El control de los esfínteres es uno de los grandes retos de la primera infancia. Ser flexibles, tener paciencia y pocas expectativas sobre la edad o el momento correcto son las claves. Definitivamente llega el día en que el niño puede abandonar el paña, y a muchos padres nos sucede que no sabemos cómo hacerlo. Tan importante es lograrlo, como que el niño se sienta respetado y querido durante el proceso
Retirar el pañal es un proceso que requiere de tiempo y para hacerlo hay que realizar antes toda una labor educativa. Trabajar la atención, el lenguaje, motivar el interés por el aprendizaje e instar el conocimiento del esquema corporal.
¿Cuándo quitar el pañal?
Puede hacerse en varios momentos. Básicamente los podemos clasificar en 3: cuando el niño lo pida, cuando esté preparado aunque no lo pida y cuando las circunstancias lo aconsejen. Por lo que respecta a la edad ideal, el control de esfínteres o el paso de un comportamiento reflejo automático a una conducta voluntaria se puede abordar alrededor de los dos años con ciertas garantías de éxito. Recordando que cada niño es diferente, fijar una edad promedio es meramente orientativo y dependerá de las características individuales de cada niño.
No te preocupes, todos los niños terminan por controlar los esfínteres.
¿Cómo deshacernos del pañal?
- Determina si realmente está listo. Algunas preguntas que puedes hacerte para saber si está listo son: a) ¿obedece instrucciones sencillas? b) camina y se sienta solo? ¿puede subirse y bajarse la ropa? c) ¿trata de imitar a los adultos o hermanitos cuando van al baño?
- Adquiere un orinal, bacinilla o bacinica, según la denominación que le den en tu país al recipiente en forma de cuenco empleado para recoger los excrementos y la orina. Actualmente también se consigue en el mercado un implemento para niños que se adapta a cualquier poceta, retrete, inodoro, wáter o excusado. Es un reductor para ponerlo sobre la taza. También puedes adquirir un escalón para que apoye los pies. Preferiblemente involúcralo en la escogencia.
- Vístelos de forma cómoda y práctica, con faldas y vestidos si es una niña y pantalones con goma elástica si es un niño. Para facilitarles la tarea.
- Proporcionale el ejemplo para apoyar su aprendizaje. Permite que presencie tus prácticas habituales a ese respecto. Cuando le estés mostrando a tu niño o niña cómo se usa el inodoro, es bueno que le vayas explicando lo que estás haciendo y le muestres que al final te limpias, te vistes, tiras de la cadena y te lavas las manos. Aunque tendrás que ayudarlo a bajarse, subirse la ropa y limpiarse por algún tiempo, verte haciéndolo lo ayudará a entender el proceso.
- Créale una rutina. Pregúntale con frecuencia si tiene ganas de hacer pis y siéntalo en el orinal, bacinilla o retrete cada 2 o 3 horas, además de hacerlo en momentos fijos del día, como después de comer, al levantarse de la siesta y antes de dormir. Al principio siéntalo con toda su ropa para que se vaya acostumbrando y luego sin el pañal. Si pasan unos minutos y no hace nada, dale permiso para levantarse. Si hace pis o popó, abrázalo y felicítalo. No insistas si no quiere permanecer sentado en el recipiente destinado al efecto y colócalo en un lugar de fácil acceso para él.
- Explícale el proceso. Enséñale a tu hijo la conexión entre el popó y el orinal, bacinilla, o inodoro. La próxima vez que ensucie el pañal, llévalo a su orinal o bacinilla, siéntalo y luego vacía el pañal en su orinal por debajo de él. Esto le ayudará a asociar el acto de sentarse en el orinal y hacer popó.
- Si es varón es más fácil que empiece a hacer pipí sentadito, y que más adelante papá o un hermano mayor le enseñe a hacer pipí de pie. Seguro que no tardará nada en imitarlo. Si tienes una niña asegúrate de que se limpie de adelante hacia atrás, especialmente después de hacer popó, para reducir el riesgo de infecciones urinarias.
- Acepta con calma y buen humor los pequeños accidentes. No debes castigarlo o apresurarlo. Es normal que las primeras semanas, advierta el estímulo demasiado tarde, cuando ya se ha hecho pipí. En estos casos, si lo dejas mojado durante unos minutos, intentará avisar.
- Motívalo a ser independiente. Si necesita ayuda para subir y bajar sus pantalones o ropa interior, asegúrate que sepa que te lo puede pedir a ti y que tú lo llevarás al baño cuando quiera.
- El entrenamiento para la noche es más complicado. Llévalo al baño antes de dormir y no le des mucho líquido antes de acostarlo. Cuando lleve tres o cuatro noches levantándose seco, quítale el pañal para dormir, pero acuérdate de cubrir el colchón de su cuna o su cama con un protector y de dejar el orinal o bacinilla en su cuarto, por si se despierta y no le da tiempo a llegar al baño.