La Armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu es la clave de una elevada autoestima, y por ende de una vida sana y feliz.
El término autoimagen se utiliza para referirse a la imagen o representación mental que una persona tiene de sí misma y está referida no sólo a los rasgos eminentemente físicos, (estatura, peso, color de los ojos, etc.). Sino que está íntimamente ligada a los elementos aprendidos acerca de si mismo, por experiencias que se inician desde la infancia y se manifiestan a lo largo de la vida básicamente en nuestros pensamientos, acciones y al utilizar las frases de manera verbal, tales como: “Yo Soy Capaz”, “Yo No Soy Capaz”, “Yo Puedo” ó “Yo No Puedo”, de allí su estrecha vinculación con la autoestima.
La autoimagen, nuestro espejo personal, se nutre básicamente de tres aspectos:
- Cómo nos vemos a nosotros mismos
- Cómo nos ven los demás.
- Cómo percibimos que los demás piensan sobre nosotros.
Todos tenemos una imagen mental de quiénes somos, qué aspecto tenemos, nuestras fortalezas y cuáles son nuestras debilidades.
Las consecuencias de una autoimagen distorsionada, trae graves consecuencias a lo largo de la vida, ya que afecta nuestro desenvolvimiento en todas sus áreas (personal, familiar, social, amorosa y laboral). Una autoimagen que no refleje nuestro yo interno, en armonía con el mundo que nos rodea, nos mantendrá alejados de nuestra paz interior, de la abundancia, del amor verdadero y de una exitosa y sana relación social, familiar y laboral. De allí su conexión con la autoestima.
La autoestima depende fundamentalmente de:
- En qué medida nos aceptamos, nos valoramos y creemos en nosotros mismos.
- En qué medida nos sentimos aceptados, valorados y queridos por otros.
Las personas con una autoestima sana se sienten bien consigo mismas, aprecian su propia valía y están orgullosas de sus destrezas, habilidades y logros. Las personas con baja autoestima sienten que no gustarán a nadie, que nadie los aceptará o que no son buenos en nada o en muy pocas cosas.
Por ello, es de vital importancia descubrir la verdadera autoestima, que no tiene que ver con mejorar la imagen física y no depende de las buenas o malas opiniones de los demás, sino de conocerse, aceptarse, aprobarse y valorarse. En otras palabras de estimarse a sí mismo y de reconocerse a sí mismo como un ser único y maravilloso.
La autoestima es nuestra gran fuerza secreta. Te invito a formularte esta pregunta ¿Hay algo más importante en tú vida que sentirte bien contigo mismo?…. No se trata de egoísmo, por el contrario. ¿Cómo y de qué forma puedes dar a los demás el amor y el respeto que no te das a ti mismo? y te formulo una última pregunta ¿Cómo puedes considerar que otros te valoren y te aprecien, si tu no lo haces?. ¿Parece difícil verdad?.
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“LA FELICIDAD SUPREMA EN LA VIDA ES TENER LA CONVICCION DE QUE NOS AMAN POR LO QUE SOMOS O, MEJOR DICHO, A PESAR DE LO QUE SOMOS”
-Víctor Hugo.
