Todas las familias coinciden con el deseo universal de “ser felices”. Para lograrlo, es vital promover el bienestar de todos sus miembros. Un ambiente en el cual todos se sientan respetados y la individualidad de cada persona sea aceptada. Aspiramos a que nuestra pareja e hijos deseen regresar a casa al culminar sus actividades diarias y se sientan en paz, relajados y en armonía al estar en ella.
- Exprésense y muéstrense afecto
El mayor bienestar humano se alcanza a través del amor, es importante manifestarlo de manera cotidiana no sólo con palabras, sino acompañado con hechos. Abrazos, besos, cariños, detalles, en fin cualquier acción cuya lectura evidencie afecto.
- Sigan rutinas básicas
Las rutinas atinentes a horario de comidas, de diversión, cumplimiento de obligaciones y de dormir son muy importantes. A los niños les ofrece tranquilidad y seguridad, atenerse a una sana disciplina.
- Consuman una dieta equilibrada y saludable
Crear buenos hábitos alimenticios parte del hogar. La comida chatarra, rica en grasa, sal y azucares, resulta muy dañina para la salud y bienestar de la familia. Introduce el hábito de consumir frutas, verduras, legumbres, cereales y granos. Así como la ingesta de las correspondientes proteínas, como huevos, carne, pescado y pollo. Prepara los alimentos de manera sana y ten siempre frutas y gelatinas para las meriendas, de manera que no se acostumbren a merendar helados y dulces, los 7 días de la semana. Esta también es una forma de expresar amor, al cuidar de la salud de la familia.
- Cocinen juntos cuando la oportunidad lo permita
Al preparar juntos los alimentos, además de enseñarles a trabajar en equipo, improvisar, escoger los alimentos, y cocinar un poco; también compartirán un rato divertido y estarán en mayor disposición de comer.
- Compartan algún ejercicio, deporte o actividad al aire libre
Es importante participar juntos en actividades fuera de casa. Organizar paseos a la playa o montaña. Ir a montar bicicleta, jugar etc.
- Estrechen lazos a través de la música
Cantar a coro una canción que les agrade, escuchar música, bailar en la sala o cocina con tus hijos una canción de imprevisto.
- Incrementen el contacto físico, abrácense con regularidad
El contacto físico ayuda a los niños a sentirse amados, valorados y aceptados, además es divertido para los padres. Pueden leerle un cuento acurrucados en la cama, conversando o jugando.
- Dediquen un tiempo exclusivo a cada uno de los hijos
Al dedicar unos minutos diariamente de manera particular a cada uno de ellos, se estimula y fortalece el vínculo, se incrementa la camaradería y hará que se sientan especiales.
- Fomenten el respeto a la individualidad de cada uno y a la comunicación sincera y honesta
Opiniones, características personales, gustos y aficiones, deben ser respetadas.
- Percíbanse como un equipo unido
Este equipo debe apoyarse en todo momento y desarrollar el sentido de pertenencia.
Podemos concluir, que un sano equilibrio entre las obligaciones y la diversión, apoyada en el amor, el respecto y una buena comunicación son ingredientes fundamentales para alcanzar una vida familiar armoniosa y productiva para el grupo, y el desarrollo individual de cada uno de sus miembros.