La autoestima consiste en tener una valoración positiva y realista de nosotros mismos. Es uno de los ingredientes de la inteligencia emocional y un factor importante para conseguir nuestros objetivos. Es un concepto gradual. En virtud de ello, las personas pueden presentar en esencia, uno de tres estados:
- Autoestima alta.
- Autoestima media.
- Autoestima baja.
La inteligencia emocional “agrupa al conjunto de habilidades psicológicas que permiten apreciar y expresar de manera equilibrada nuestras propias emociones, entender las de los demás, y utilizar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento”. Asimismo, la inteligencia emocional se divide en: a) Inteligencia Emocional Intrapersonal, o habilidad para comunicarse eficazmente con uno mismo y para manejar de forma óptima las propias emociones y b) Inteligencia Emocional Interpersonal o habilidad para comprender y manejar las emociones ajenas.
La inteligencia emocional y la alta autoestima son afines, pueden verse como “diferentes mapas, de un mismo territorio”, el territorio común de las actitudes deseables hacia uno mismo y hacia los demás. Tienen en común que: 1.Facilitan el funcionamiento óptimo de las habilidades intrapersonales e interpersonales.2. Pueden adquirirse, desarrollarse y mejorarse. 3. Nos permiten comunicarnos efectivamente con nosotros mismos y con los demás y 4.Hacen énfasis en el autoconocimiento y en la autenticidad.
10 Hábitos de las personas que gozan de Inteligencia emocional y alta autoestima:
- Se aman, se aprueban, y se aceptan tal como son.
Creen en sí mismos. Se sienten merecedores de ser felices y aptos para afrontar todo tipo de circunstancias.
- Hacen consciente sus fortalezas y debilidades.
Usan sus grandes fortalezas tanto como sea posible, para hacer de sus debilidades un punto debatible.
- Hacen las paces con su pasado y no cargan con él.
Se liberan de la pesada carga del pasado y siguen adelante en el presente; porque ahí es dónde ocurre el progreso.
- Se enfocan en lo positivo.
Evitan quejarse y criticar.
- Son asertivas.
Aprendieron a decir “NO”, lo cual es básico para el bienestar personal y para la salud de nuestras relaciones, además de dotar de un valor auténtico a nuestro “SI”.
- Se rodean de gente positiva.
Comparten experiencias y se retroalimentan con el entusiasmo, la fe y la esperanza que tienen en común.
- Están en sintonía con el presente.
Experimentan activamente los matices de cada momento, en cada día de sus vidas. Son consciente del momento presente y se focalizan en el.
- Son habilidosos como activos oyentes y desarrollan la empatía.
Conocen la diferencia entre “oír” y “escuchar” y saben la importancia de escuchar. Al ser humano, una de las cosas que le proporciona un alto bienestar es sentirse escuchado.
- Desea desde lo más profundo de tu ser, alcanzar la felicidad.
Resulta difícil cumplir una meta u obtener algo que realmente no deseamos ó creemos que no merecemos. Por ello es importante, trabajar nuestra autoestima a diario para mantenerla elevada. Las personas con baja autoestima, se consideran víctimas de la vida y aunque verbalmente expresen que desean ser felices; su yo interior siente que no lo merecen.
- Practican lo que predican, son líderes entusiastas.
Ponen en práctica sus palabras. Lideran al dar el ejemplo. Son coherentes entre lo que dicen y lo que hacen. Saben que eso, los legitima y además, trae como ganancia la credibilidad y el respeto de los demás.
“Existe una vitalidad, una fuerza vital, una energía, una manera de moverse que se transmite a través de tus actos. Dado que nunca ha existido otra persona como tú, porque cada uno de nosotros es único, tu manera de expresarte es también única y original. Si la bloqueas, nunca podrá existir y se perderá, puesto que tú eres el único medio a través del cual puede expresarse”. Martha Graham