Sí… aunque en principio suene extraño en tus oídos, el fracaso como todos los acontecimientos de nuestra vida, está lleno de luz, sombras y oscuridad. En este artículo vamos a enfocarnos en el aspecto luminoso del fracaso.
Aunque parezca una contradicción, si trabajas en ti mismo, vives el duelo que corresponde y tomas la decisión personal de aceptar el dolor, sin engancharte en él. Con toda seguridad te abrirás a recibir nuevas y maravillosas experiencias, no sólo amorosas, sino de todo tipo.
La sensación de que algo termina, se acaba o muere, siempre nos lleva por un viaje mental espinoso, lo asociamos con conceptos definitivos. Debemos cerrar el ciclo desde la consciencia del amor, ratificar su importancia, y sanar las heridas producidas.
Aprendizajes del fracaso:
- Proporciona la oportunidad de detenernos y contactar con nuestro mundo interior. Estimula la reflexión y el autodescubrimiento.
- Obliga a explorar nuevos caminos, opciones y posibilidades. Nos permite conocer la existencia de otros aspectos de nuestra vida, que habíamos ignorado.
- Muestra prácticas, hábitos o costumbres que debemos modificar y mejorar.
- Fortalece el carácter y eleva nuestra autoestima. Una vez que vives el proceso natural del dolor y lo superas. Sin quedarte adherido a él. Refuerzas tu amor propio y en consecuencia tu valía.
- Fortalece el carácter y eleva nuestra autoestima. Una vez que vives el proceso natural del dolor y lo superas. Sin quedarte adherido a él. Refuerzas tu amor propio y en consecuencia tu valía.
- Permite identificar con mayor claridad nuestras prioridades, y diferenciar lo significativo de lo superficial. Nos impulsa a valorar lo sencillo, lo simple. Como dice un refrán muy conocido “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.
- Nos convierte en una persona mejor y más fuerte. Con mayor número de herramientas, habilidades y destrezas, para manejar y superar los obstáculos que se presenten en nuestras vidas. Los cuales son inherentes a la vida misma.
- Permite y facilita un mayor acercamiento con el éxito. Cada fracaso te acercará a tus metas, siempre y cuando pases satisfactoriamente la prueba y aprendas la lección. Todas las personas con las cuales interactuamos, las atrajimos a nuestras vidas. Sin excepción, vienen a mostrarnos algo que debemos aprender.
- Nos prepara para asumir nuevos retos, ser más proactivos, ya que el miedo a cometer errores se volverá cada vez menor. La persona que le produce un terrible miedo equivocarse, no hace nada en la vida. Sólo comete errores el individuo que actúa, que intenta conseguir un futuro mejor. “El que no arriesga, ni gana ni pierde”.
- Nos convierte en personas más compresivas con nosotros mismos y con los demás. Desarrollamos mayor empatía, con personas desconocidas, y también con amigos y familiares.
Nunca pierdas la fe y la esperanza de cumplir tus sueños y metas, lo único que los hará imposible será que dejes de creer en ellos. Mantén siempre una actitud positiva, esta es la llave que abre mayor número de puertas.