Ser mamá es una tarea a tiempo completo, que requiere muchísimo esfuerzo. Lo cierto es que no hay un manual de instrucciones para hacerlo de forma ejemplar. No obstante, a continuación una serie de recomendaciones para que seas una mamá feliz.
1. Valórate y acéptate como eres
Admite que no eres perfecta, sobre todo las primerizas, cometemos muchos errores. Aprende de ellos. No tienes que hacer todo a la perfección: criar niños prodigios, tener un aspecto fabuloso y atlético, mantener la casa impecable, cocinar platos grandiosos, ganar un buen salario y, ser la esposa perfecta. Eres humana y tus hijos te quieren porque eres su mamá, no porque seas perfecta. Lo mejor para ellos, es que seas una mamá feliz. Libérate de la presión que ejerce sobre ti, la necesidad de perfección.
2. Libérate de tus miedos
La preocupación proviene del miedo. Para enfrentarnos a nuestros demonios lo primero es identificarlos, después admitir que le tenemos miedo. Un buen ejercicio consiste en imaginar, que pasaría si tu miedo se hiciera realidad. Escríbelo en un papel y léelo detenidamente. Después rompe el papel y tíralo. Repite el ejercicio varios días hasta que sientas que lo controlas.
3. No olvides a tus amigas. Cuida las buenas amistades
No te limites a relacionarte con tus amigas que también son mamás. Procura mantener el contacto también con las que no tienen hijos. Así podrás hablar de cosas diferentes y no perder tu identidad. Las amistades son una fuente inagotable de cariño, afecto, compañía, y comprensión. Las mujeres que tienen amigas se sienten, en definitiva, más felices.
4. Conéctate con tu interior. Busca tiempo para estar sola.
La soledad es importante porque nos transforma y robustece nuestras energías internas; la relación con nosotros mismos y con nuestros seres queridos. Además, agudiza nuestra sensibilidad. Es vital detenernos, aunque sea 15 minutos al día y conectarnos con nuestro interior, preguntarnos que estamos sintiendo, cuáles son nuestros pensamientos predominantes, que nos está molestando, entre otras interrogantes.
5. No tengas prisa en que tus hijos crezcan. Disfruta cada etapa de su crecimiento, son irrepetibles.
Quieres que tu bebé camine pronto, sueñas con el momento en que diga sus primeras palabras y con el día en que sea capaz de comer alimentos sólidos. Luego deseas que empiece la escuela y así sucesivamente. Disfruta cada etapa a plenitud y recuerda que cada niño va a su propio ritmo.
6. Cuida tu relación de pareja
No permitas que tus quehaceres y el cansancio hagan que te distancies de tu pareja. Procura ser cariñosa, tener buena comunicación y pasar tiempo de calidad juntos. Los niños cuyos padres se muestran cariñosos y, comunicativos se sienten más seguros.
7. Visita a tus familiares
Padres, abuelos, hermanos, tíos, primos, sobrinos. El contacto familiar nos provee de seguridad y equilibrio, si mantenemos una sana relación con ellos.
8. Siéntate en el piso a jugar
Los bebés y niños de corta edad disfrutan teniéndote a su altura. Procura pasar tiempo cada día sentada en el piso con tus pequeños, ya sea leyendo libros, jugando o relajándote con ellos.
9. Renuncia a la idea de tener la casa perfectamente limpia y ordenada
Es prácticamente imposible tener todo reluciente y perfectamente organizado cuando tienes niños pequeños. Es preferible dedicar tu tiempo libre a tus hijos que a limpiar, aunque con algunos trucos de limpieza la labor doméstica te resultará más fácil.
10. Encuentra tiempo para ti
No te sientas mal por desear salir a caminar a diario, ir a ver una película o leer un libro. Permítete hacerlo y comprobarás que después tendrás más energía para dedicarte a tus hijos. Si te esfuerzas en encontrar tiempo para ti, serás una mamá más relajada y feliz.