No existe una «pastilla milagrosa» que te ayude a bajar de peso. Una dieta saludable combinada con actividad física practicada de forma regular, es la única manera de quitarte esos kilos de más. Es muy importante hacer ejercicios mientras bajas de peso, para perder grasa y no la masa muscular.
Debes consultar a tu médico, acerca de la oportunidad en la cual debes comenzar a ejercitarte y a seguir una dieta. Si estás amamantando, perder peso aceleradamente, puede impactar negativamente en tu producción de leche.
TIPS PARA RECUPERAR TU FIGURA
- Descansa. Trata de dormir cuando tu bebé lo haga, te vas a sentir mucho mejor. Te ayudará a acelerar tu metabolismo y tendrás más energía.
- Hidrátate. Toma agua, tu cuerpo necesita hidratarse, ayudará mucho contra la retención de líquidos. En el embarazo se incrementa la celulitis, esta puede desaparecer si te esfuerzas, pero es fundamental que tomes agua. Al mismo tiempo tu cuerpo se encuentra en un proceso de cambio que requiere de agua y líquidos en general.
- No te saltes ninguna comida. Tras la llegada del bebé, seguramente estarás tan ocupada que a veces no tendrás tiempo, ni para comer. Sin embargo, saltarse comidas no es nada bueno, ya que puede afectar tu nivel de energía. Además no te ayudará a perder peso. Son muchos los estudios que demuestran que el saltarse las comidas, interfiere con la pérdida de peso.
- Cuida lo que comes y tomas. Si estás dando pecho, en algunos casos, se siente más apetito de lo normal. Por otra parte, muchas mujeres sienten mucha ansiedad porque están en casa todo el día, no han dormido bien y esto incrementa el apetito. Haz tres comidas y dos meriendas saludables.
- Incluye proteínas. Pescado, pollo, carne (ésta última sin exagerar), en cada una de tus comidas importantes. En primer lugar, porque es material de construcción, tu cuerpo se recuperará más rápido. Además te ayudará a controlar el apetito y a acelerar el metabolismo. No sacies el hambre con galletas, pan, dulces, y carbohidratos procesados, son calorías vacías, que no te nutren.
- Consume frutas, verduras, legumbres, arroz, panes y cereales integrales. Introduce en tus recetas, pepino, champiñones, espárragos, lechuga, calabacín, chayota, espinaca, acelga, zanahoria y auyama, entre otros. El brócoli, es excelente, pero puede causar gran cantidad de gases y cólicos. Además, consume leche y yogurt descremado; pequeñas raciones de nueces, almendras o avellanas al natural. Cocina los alimentos preferiblemente a la plancha, al horno o al vapor, evita freírlos. Sal y azúcar en cantidad moderada.
- Controla la cantidad y tipo de carbohidrato que consumes. Tienes que consumir, pero sólo los adecuados y evitar los procesados. Asimismo, el consumo de alimentos con alto contenido de azúcar, como las galletas, algunas barras de granola, dulces de pasta, o productos de panadería hechos con hojaldre, evitan que pierdas grasas.
- Cuidado con las grasas. Evita las grasas del tipo «trans», y las saturadas, las cuales pueden causar problemas del corazón, entre otros. Las grasas saturadas se encuentran en muchas comidas procesadas, productos de conserva cocidos en salsa, alimentos fritos y comidas rápidas. Lee las etiquetas para informarte sobre los niveles de grasas “trans”. Entre los aceites más recomendados se encuentra el de oliva-extra virgen, el de canola, y girasol.
- Camina. El ejercicio físico te hará sentir mejor. Comienza poco a poco, luego de las semanas de descanso, caminar es el ejercicio ideal para el cuerpo. Es caminar, no ver vitrinas, que te cueste respirar y mantener una conversación.
- Haz máquinas y pesas. Una vez que te autorice tu doctor, si te gustan, busca asesoramiento en un gimnasio y hazlas. Los ejercicios cardiovasculares, como caminar, correr, montar bicicleta, y nadar, entre otros, y la dieta se encargarán de la grasa; y las máquinas y pesas de potenciar la pérdida de grasa y fortalecer los músculos.