LOS NUTRICIONISTAS PONEN SU ATENCIÓN EN EL “CÓMO COMES” Y NO ÚNICAMENTE EN EL “QUÉ COMES”
La alimentación sana y balanceada, acompañada de una rutina diaria de ejercicio físico, es vital para gozar de una buena salud y calidad de vida. Además, de prevenir diversas dolencias y enfermedades.
Ahora bien, los nutricionistas, advierten sobre la importancia no solo de comer poca sal, azúcar, grasa, lácteos y alcohol, sino que también empiezan a hacer hincapié cada vez con mayor fuerza, sobre la manera en que se ingieren los alimentos, dadas sus implicaciones sobre el sistema digestivo.
TIPS COMO ALIMENTARNOS
- Comer lentamente. La recomendación de los nutricionistas es comer muy despacio, masticando los alimentos. Expresan que comer muy rápido aumenta las posibilidades de aumentar la ingesta de alimentos. Al comer, la distensión gástrica es una de las primeras señales de saciedad. Se transmite por el sistema nervioso vegetativo hasta el hipotálamo, centro regulador que se encuentra en el cerebro. Al comer de manera apresurada no le damos tiempo al estómago para que envíe la señal de saciedad al cerebro.
- Masticar y no “tragar” los alimentos. Los alimentos deben llegar triturados al estómago para poder realizar adecuadamente el proceso de disgregación que le corresponde al estómago y de absorción en el intestino. Debes tomarte el tiempo necesario para comer y masticar conscientemente los alimentos.
- El tiempo de comer, deber ser sólo para ello. No es recomendable comer trabajando en la computadora, remitiendo e-mail hablando por teléfono, parados o caminando. Lo ideal es comer sentados y dedicados exclusivamente a saborear y digerir los alimentos. Preferiblemente, en un ambiente tranquilo y relajado.
- Servirse porciones pequeñas a moderadas, según la estatura y peso corporal. Nunca comer hasta la saciedad. Las cantidades deben ser razonables, no abundantes. Los nutricionistas recomiendan colocar en el mismo plato todas las porciones que se van a consumir en esa comida y luego en otro, las frutas. Esto permite controlar las porciones que ingieres. No te engañes sirviéndote en repetidas ocasiones, “de a poquito”, de esta forma pierdes el control del volumen de alimentos que consumes.
- Sírvete una sola vez. No Repitas. Acostúmbrate a no repetir. Sírvete una sola vez. Come completo, en porciones pequeñas a moderadas, sopa, ensalada o vegetales y una proteína con un carbohidrato y si te provoca algo dulce una pequeña ración de fruta o gelatina. Si vas a una fiesta, o acudes a una invitación, igualmente come lo que te ofrecen en cantidades moderadas y no repitas.
- Come sin desesperación, sin “atacar” el plato. La actitud contraria, hace que aumente la velocidad en la que comes, no das chance de que le llegue a tu cerebro la señal de que estas satisfecha. La comida no va a “huir” del plato. Come y toma una pausa entre bocado y bocado.
- Bebe poco líquido o nada durante la comida. Es sumamente importante consumir agua a lo largo del día, esto libera al cuerpo de toxinas e hidrata la piel, entre otros múltiples beneficios que su consumo trae a nuestra salud. Sin embargo, no es recomendable ingerir mucho líquido durante las comidas, debido a que puede ocasionar problemas en la digestión de los alimentos.
Asimismo, los nutricionistas nos recuerdan la importancia de desayunar. No saltarse ninguna comida y cenar ligero. Sustituir lo frito por lo asado. Consumir poca carne roja y mucha fruta, vegetales, legumbres, pescado, pollo, y granos. Aumentar la ingesta de fibra. Disminuir los lácteos, el café, el alcohol, así como los productos enlatados.
La salud es una cuestión de buenos hábitos, entre los que destacan la buena alimentación, el ejercicio físico y un estilo de vida sosegado y armónico. “Cuida tu salud, tu peso, tu imagen”, todo ello contribuye a sentirte bien y en consecuencia a “mejorar tu autoestima”.
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