La autoestima juega un papel determinante en el desarrollo de los niños. Les permite confiar en sí mismos, lo cual será su mayor fortaleza a lo largo de la vida. No existe un mejor momento para potenciar la autoestima, que desde la niñez.
Recomendaciones para aumentar la autoestima de tu hijo:
- Bríndale mucho amor. Lo que significa tiempo y atención. Eso le ayudará a reforzar la sensación de que es valioso e importante para ti. Acarícialo, abrázalo, bésalo y no olvides decirle repetidamente, cuánto lo quieres.
- Acéptalo tal como es, sin importar cuáles son sus fortalezas, y debilidades. No le coloques etiquetas. Cuando tengas que disciplinarlo, aclárale que es su “comportamiento” y no él, lo que es inaceptable. En lugar de decirle “Eres insoportable”, “Eres un flojo”, ó “¿Por qué no puedes ser bueno?”, debes referirte exclusivamente y “siempre” sólo a los “hechos”. “No estuvo bien que rompieras el juguete de tu amigo o que le pegarás, puedes lastimarlo. Por favor, no lo hagas de nuevo”.
- Establece un orden en tu hogar, con horarios definidos para que tu hijo tenga una rutina que le aporte bienestar y seguridad. Horarios de alimentación, descanso, responsabilidades y entretenimiento.
- Enséñalo desde pequeño a valorar las cosas y déjale claro que tienen importancia. Se consiguen con el trabajo y el esfuerzo; sus padres con mucho amor lo han ganado para él. Lo gratis no se valora. A veces, se pretende cubrir con regalos excesivos y complacencias, cualquier vacío emocional que pueda tener un hijo. Sólo le producirás grandes daños a futuro.
- Reglas coherentes, claras y consistentes en tu hogar. Si le dices a tu hijo que tome su merienda en la cocina, no le permitas que coma por toda la casa al día siguiente. Debe saber que algunas reglas no se pueden cambiar. Tendrás que repetir infinidad de veces las pautas que estableciste, antes de que las siga. Si la crianza es en pareja, padre y madre, nunca en presencia de tu hijo desautorices una instrucción de tu pareja.
- Escucha con atención. Si tu hijo te quiere decir algo, detente y escúchalo. Necesita saber que sus ideas, y deseos importan. Ayúdalo a sentirse cómodo con sus emociones. Si aceptas sus emociones, sin juzgarlo; reafirmas sus sentimientos, y si además, compartes tus propios sentimientos, él expresará los suyos con mayor confianza.
- No compares y ofrécele empatía. Comentarios como ¿Por qué no eres como tu hermano, primo, amigo? simplemente le recordarán sus defectos. Incluso comparaciones positivas como “Tú eres el mejor nadador”, son potencialmente dañinas, porque a tu hijo le será difícil alcanzar y mantener tu nivel de exigencia. Si le dices que lo aprecias por ser como es, y le resaltas sus fortalezas, se valorará a sí mismo.
- Fomenta riesgos saludables. Anima a tu hijo a que explore algo nuevo, como probar una comida diferente, hacer un nuevo amigo o montar en bicicleta. Intenta no “rescatarlo”. Si muestra frustración al usar un juguete nuevo, y le dices “deja que yo lo haga”, puedes fomentar su dependencia y dañar su autoestima. Su autoestima aumentará cuando exista un equilibrio entre tu necesidad de protegerlo, con su necesidad de abordar nuevas tareas.
- Ofrécele aliento, reconoce el esfuerzo. Celebra lo positivo. Es importante repetirle que creen en él y que lo animen a seguir adelante. Dar aliento significa reconocer el progreso, y no sólo premiar un logro. Existe una diferencia entre alabar y dar aliento. La alabanza puede hacer sentir a un niño que sólo es “bueno” si hace algo perfectamente. Dar aliento, por otro lado, es reconocer el esfuerzo.
- Déjalo que cometa errores. Estos son lecciones valiosas para que tenga confianza en sí mismo. Cuando suceda, pregúntale que puede hacer distinto para que no se repita el mismo resultado. De esa forma su autoestima no sufrirá y comprenderá que es normal cometer errores. Cuando tú cometas un error, admítelo. Al reconocerlo, le estás enseñando a tu hijo a aceptar sus propios errores con más facilidad.
- El contacto regular con otros miembros de la familia es excelente para la autoestima del niño. Especialmente, los abuelos se han convertido en un soporte emocional importante. Por otra parte, el juego en familia es un excelente estimulo emocional para alimentar la autoestima del niño.
- Habla, explica, pregunta, comunica. Fomenta la comunicación con tus hijos, desde pequeños. Acostúmbrate a no dar nada por sentado. A no creer que sabes todo acerca de tu hijo. Para eso existe la palabra.