- Descubre y desarrolla la verdadera autoestima: Cuando cimientes tu identidad en tu ser verdadero, hallarás una felicidad que nadie podrá arrebatarte. Ámate, Acéptate y Apruébate. Trabaja sobre tus debilidades, valora tus fortalezas y mantén una sana autoestima.
- Toma conciencia de tu cuerpo: Tu cuerpo y el universo constituyen un mismo campo de energía, información y conciencia. Al sentir tu cuerpo y responderle de manera consciente, experimentarás paz, armonía y alegría.
- Desintoxica tu vida: Nuestro estado natural se caracteriza por la alegría, la paz y la armonía. Cuando no lo experimentamos es porque hay contaminación. Esta puede ser el resultado de pensamientos, emociones, creencias o hábitos tóxicos. Así como producto de una baja autoestima. Trabaja sobre ello. “Limpia tu mente y elimina la basura emocional”.
- Renuncia a tener la razón. Tener la razón implica que otro está equivocado. La confrontación entre tener la razón y no tenerla, daña cualquier relación. Esto no significa que no tengas opinión personal, pero puedes renunciar a tu necesidad de defenderla. No es fácil, pero prueba hacerlo y verás que la paz que te produce es superior al desgaste que se genera cuando nos empeñamos en tener la razón.
- Vive en el presente, suelta el pasado y practica el agradecimiento. Estar agradecidos por las cosas que tenemos, lo que implica valorarlas en su justa medida, es muy importante para ser conscientes de nuestra felicidad y disfrutarla más. Agradece todas las bendiciones que tienes en tu vida, desde tu cuerpo y el aire que respiras, hasta tu familia, tus amigos, y tu trabajo. Esto te ayudará a conectarte con el momento presente. Detente y enfócate de manera consciente en tus acciones, aprecia todo lo que te rodea. En ocasiones, “Cargamos con las heridas del pasado e imaginamos que el futuro nos depara más sufrimiento”. Para muchas personas su vida gira en torno a huir del dolor pasado y evitar el dolor futuro. Vive el presente!.
- Evita quejarte y practica la aceptación. Si no puedes cambiar una situación, acéptala, y si la puedes cambiar, trabaja en ello. Evita quejarte, eso altera tu bienestar y tu equilibrio emocional.
- Actitud positiva. Muchas situaciones no resultan ser como lo esperábamos o como quisiéramos que fueran. Pero todo tiene un lado positivo, aún cuando no lo podamos ver en el momento. Lo importante es mantener una actitud positiva.
- Observa al mundo en ti: Los mundos, interno y externo, son espejo uno del otro. Se modifican de acuerdo con tu estado de conciencia. Si estás vibrando en el temor, tu mundo exterior de circunstancias y relaciones, lo reflejarán. Distinto será si vibras en el amor, fluirá la felicidad y la abundancia.
- Haz ejercicio físico. El ejercicio tiene un efecto tan profundo en nuestra felicidad y en nuestro bienestar, que se ha convertido en una estrategia eficaz para combatir la depresión.
- Duerme más. Serás menos susceptible ante las emociones negativas. Dormir es muy importante para que el cuerpo se recupere de su actividad diaria, y tiene efectos muy positivos en nuestra alegría. La falta de sueño afecta con mayor intensidad al hipocampo, por lo que las personas que duermen mal, tienen mayor tendencia a recordar con intensidad los eventos negativos y a olvidar los positivos.
- No te aísles. Pasa más tiempo con los amigos y la familia. Interactuar con aquellos que nos aprecian y a los que apreciamos influye positivamente en nuestro estado de ánimo.
- Realiza actividades al aire libre. Te recargará de energía.
- Ayuda a los demás. Para ser felices resulta imprescindible ayudar a los demás. El beneficio más claro de las relaciones sociales viene de ayudar a los otros.
- Sonríe. No se trata de fingir, pero sonreír nos puede hacer sentir mejor. Por supuesto, es importante que la sonrisa sea el producto de cultivar pensamientos positivos, ya que mejoran tu estado de ánimo y te produce alegría.
- Plantéate metas, objetivos, propósitos. Es vital mantenernos motivados, ilusionados, enfocados en un logro o realizando una actividad que nos traiga alegría. No importa que tan simple o sencilla sea la tarea, lo importante es que a ti te produzca ilusión. Tener algo que nos mueva o nos motive, es primordial para mantenernos positivos y fluyendo con la vida.
Tu miedo lo puedes vencer
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