La falta de autoestima en los padres, los lleva a sentir y creer que hacen todo mal, por lo que respecta a la educación del niño. Esta percepción se deriva generalmente, de elevadas expectativas, en las cuales el único objetivo es el éxito de los hijos.
Los padres deben valorar su esfuerzo continuo y, su dedicación. Ser padres no es una tarea fácil, lo importante es hacer lo mejor que podemos. Siempre vamos a cometer errores, es inevitable; pero la vida es así, es compleja y requiere un trabajo diario. Por otra parte, exigirse excesivamente como padres, resulta contraproducente para el desarrollo de los niños.
La baja autoestima de los padres redunda en una baja autoestima en los hijos, de manera que el problema se convierte en una especie de mal hereditario.
Se define la autoestima como «la valoración positiva o negativa que hacemos de nosotros mismos y cómo nos sentimos al respecto”. Es decir, no se trata de lo que una persona es en realidad, sino de la percepción que tiene, sobre sí mismo.
Esa apreciación que los adultos tienen en su rol de padres o madres, en muchos casos, resulta negativa. Tiene su origen en expectativas irreales o inalcanzables sobre ellos mismos y sus hijos.
1. Valorar el esfuerzo, no los resultados de las acciones diarias.La misión o cometido principal de un padre o una madre es la de propiciar el aprendizaje y el crecimiento de su hijo en un entorno saludable, armónico, estable y seguro; que le ofrezca el mayor número de posibilidades de experimentar una vida feliz y plena.
Si los objetivos por los que se mide la valía del niño están basados en los resultados, existe el riesgo de que la valoración del pequeño y la de sus padres, se vean afectadas de forma negativa. Lo realmente importante, es valorar el esfuerzo, más allá de que se obtengan éxitos o no. El éxito no se puede controlar, pero sí, el esfuerzo realizado en una tarea.
Resulta imperativo entender que desempeñar el papel de padres, no es fácil, requiere mucha paciencia, tolerancia y sobre todo mucho amor, atención, tiempo, y dedicación. Además, requiere aceptar, que cometeremos errores, pero que trabajaremos sobre ellos; buscaremos ayuda de ser necesario y nos mantendremos informados sobre todos aquellos temas, que nos permitan ampliar nuestros conocimientos acerca del ejercicio de la paternidad y maternidad. Obviamente, sin obsesionarnos y abrumarnos.
2. Organizar horario semanal que contemple entretenimiento.Es importante incluir actividades agradables en familia. Las tareas extraescolares son muy importantes, pero es imprescindible destinar tiempo a otras actividades más placenteras, de entretenimiento y diversión.
3. Evitar las comparaciones con otros padres o niños.Esto es imprescindible. Cada persona es única y cada sistema familiar es especial. Por esta razón, no es sensato, y mucho menos sano compararse con otros padres o comparar a nuestros hijos con otros niños. Además, hay que tener en cuenta que, la generalidad de las personas proyectan una imagen que retrata lo mejor de sí mismas, y esconden los problemas y aspectos negativos. Si nos comparamos con esa imagen, lo más probable es que siempre salgamos mal parados. “Cada hogar es un santuario” y “cada quien brilla con luz propia”.
4. Enfocarse en los aspectos positivos del día.Una buena técnica para lograrlo es utilizar un momento al final del día para conversar sobre las cosas positivas realizadas o experimentadas por cada miembro de la familia durante la jornada. Esta actividad fomenta la comunicación y resalta aspectos positivos, al tiempo que evita centrarse en los problemas, dificultades y fracasos. Además, posibilita que cada miembro de la familia apoye y se sienta involucrado con las experiencias de los otros, de una forma natural.
5. Hacer consciente el momento presente y disfrutar a plenitud el compartir con los hijos.No es fácil, en ocasiones, pero se disfruta muchísimo más de la paternidad o maternidad, si se hace el esfuerzo de no contaminar los momentos compartidos con los hijos con preocupaciones propias de otros ámbitos, en particular del trabajo. Para quien es capaz de centrar toda su atención en lo que vive en ese momento, el nivel de satisfacción será mayor. Vivir el aquí y el ahora.