¿Por qué algunos niños son tan desobedientes? ¡No puedo con mi hijo! ¡Nunca obedece! ¡De verdad que lo hemos intentado todo, pero es inútil! ¿Nacen así?
Constituye un desafío para los padres, educar a un niño rebelde. Los especialistas coinciden en que las pautas más eficaces para corregir a un niño desobediente, son las que estimulan la motivación del pequeño con el refuerzo de sus aspectos positivos.
Claves para corregirlos:
1. Identificar al niño desobediente.
Los especialistas apuntan que a partir de los dos o tres años se pueden identificar las primeras conductas, que además son mucho más frecuentes, en los niños que en las niñas. El patrón es una continua desobediencia y hostilidad hacia las figuras de autoridad. Un comportamiento que ocasiona importantes problemas en la convivencia familiar.
2. Fijar límites e imponer normas claras y precisas.
Las normas y los límites son fundamentales para establecer las barreras entre lo que se debe y no se debe hacer. Tienen que ser claras y razonables. También deben estar adaptadas a la edad de cada niño.
3. Aprender a dar órdenes.
En este sentido, es importante aprender a dar órdenes. Los padres deben saber adaptar sus peticiones al ritmo del niño y asegurarse de que las cumple, antes de dar la siguiente. No se debe exigir nunca más de lo que el niño pueda hacer y es vital explicarle siempre el motivo o razón.
4. No caer en provocaciones y mantener la calma.
No obstante, ante el desafío del niño es primordial no perder la calma, aunque sea difícil. Hay que intentar controlar el malestar al máximo. Una buena técnica es colocarse a la altura del niño, para que haya un contacto visual directo. Este es uno de los consejos importantes para aprender a hablar con el niño. Desde esa posición hay que expresarle, en tono firme, que no es aceptable su conducta o comportamiento.
5. Motivar al niño y apoyarlo en sus intereses.
Las terapias más eficaces para corregir a un niño desobediente son las que están orientadas a estimular la motivación del niño, con el refuerzo de sus aspectos positivos y el castigo o ignorancia de los negativos, según su gravedad. Para modificar la conducta de los hijos desobedientes, los especialistas recomiendan mostrar una actitud de apoyo y colaboración. Permitir al niño expresarse y escuchar sus preocupaciones, pero también explicarle con calma los problemas que provoca con su actitud. Lo idóneo sería alcanzar entre ambas partes una solución. Es decir, pactar con el niño.
6. Premiar los buenos comportamientos.
El refuerzo positivo es fundamental para que el niño repita las actitudes deseables. Esto no significa que tienes que comprarle un regalo cada vez que se comporte correctamente; pero si es muy importante que el niño perciba que te alegras, que lo hizo bien y recompensarle con palabras de agradecimiento, y satisfacción, de ser el caso. Debe quedarle claro cuando su conducta es la adecuada.
7. Establecer rutinas, las cuales son determinantes y ayudan al niño a obedecer.
Mantener un horario y un ritmo de vida estable es esencial para corregir a niños desobedientes. Si el niño se acuesta tarde, come a cualquier hora, no tiene rutina fija de actividades escolares, descanso y diversión, será incapaz de guiarse por normas o límites. Un horario definido para cada actividad fomentan una excelente actitud en el niño, al fijar un orden natural en las conductas diarias.