Cuando lo que hacemos no da los resultados que esperamos, podemos poner en duda nuestra capacidad o talento y en síntesis, nuestra autoestima puede sufrir. Sobre todo cuando vivimos momentos de gran vulnerabilidad ante los fracasos, como en la adolescencia, cuando comenzamos una nueva relación o un nuevo trabajo o simplemente, nos sentimos un poco cansados de intentar sin éxito el conseguir un resultado.
La gratitud puede ayudarnos a fortalecer nuestra autoestima, preparándonos para superar esos momentos difíciles, cuando nos sentimos inadecuados o incapaces. Todos tenemos limitaciones, áreas de oportunidad para mejorar o para dejarnos ayudar por otros. También contamos con muchos dones, algunos invisibles por obvios y que aprendemos a reconocer, a través de hacer de la gratitud un hábito cotidiano.
En mi práctica de coaching y mentoría de profesionales y emprendedores, me encuentro con muchas situaciones que me permiten compartir diversos ejemplos. Incluso algunos son míos: de mi propia vida como profesional, como madre y mujer sin vista.
Espero que estos 7 ejemplos te permitan fortalecer tu propia autoestima a través de la gratitud, para que logres alcanzar tus sueños y disfrutar de tu vida.
1.- La gratitud te ayuda a apreciar las experiencias positivas en tu vida: cuando nos sentimos alegres, satisfechos y felices, solemos celebrar con risas, vítores y hasta con fiestas! Pero si además, nos tomamos unos minutos para agradecer por esta experiencia, estaremos reforzando la memoria de ese momento de triunfo y alegría. Los recuerdos positivos contribuyen a tu bienestar, te ayudan a identificar tus propios patrones de conducta efectiva, lo cual refuerza tu satisfacción con la vida y tu autoestima.
2.- La gratitud mejora tu auto valoración: cuando el resultado que festejamos ha sido posible en buena parte por nuestro propio esfuerzo y talento, la valoración de nuestras capacidades mejora. Como en el ejemplo anterior, la gratitud va a reforzar esa autovaloración y te permitirá en el futuro, activar esas capacidades de forma inmediata.
3.- La gratitud provee una forma efectiva de superar el estrés y el trauma: si agradeces el aprendizaje que obtuviste del fracaso, tu estrés se reducirá y por tanto te podrás recuperar más rápidamente. No se trata de negar la situación sino de aceptar el hecho y buscar una salida, una solución. El trauma durará menos y tu actitud será más positiva tras agradecer lo que aprendiste.
4.- La gratitud te anima a poner en práctica tus valores: al expresar gratitud por un beneficio, resaltas las cualidades morales de tu benefactor que se identifican con tus propios valores personales. Como en un espejo, lo que es valioso para nosotros es lo que resalta ante nuestros ojos en la conducta de los demás.
5.- La gratitud te ayuda a crear y fortalecer vínculos sociales: a todos nos encanta que nos den las gracias y solemos desarrollar mayor simpatía y agrado por las personas agradecidas. Esto va a reforzar también nuestra autovaloración, al sentirnos queridos y apreciados por otros.
6.- La gratitud te mantiene en el momento presente, ayudándote a no asumir nada como eterno o dado “por nada” y evita que te mantengas lamentándote de cosas del pasado: el hecho es que solo podemos pensar en una cosa en un mismo instante. Por lo que ocupar nuestra mente en agradecer evita el rumiar el pasado y nos permite apreciar genuinamente lo que disfrutamos en el aquí y el ahora.
7.- La gratitud reduce la incidencia de emociones como la amargura, el apego y la rabia: todas estas emociones perjudican absolutamente nuestra personalidad y por tanto, nuestra imagen hacia nosotros mismos y hacia el exterior. Además, estas emociones son tóxicas para el cuerpo, pues pueden generar enfermedades y dolor físico.
¿Cómo practicar la gratitud?
En mi libro “Viviendo En Modo Agradecido” dedico un capítulo completo para enseñar al lector como agradecer. Es un proceso que resumidamente, te invita a sentir la emoción del agradecimiento en tu cuerpo y a visualizar como esa energía esparce su benévola acción por todo tu ser. Esto se logra con la repetición de una rutina que desde el principio, te sorprenderá por su sencillez y efectividad para incrementar el optimismo, mejorar tus relaciones con colegas y amigos, reducir las tensiones en tu relación de pareja e incluso, mejorar tu salud física, al reducir la presión sanguínea y el estrés. Y por si todo esto fuera poco, la gratitud practicada regularmente fortalece tu personalidad, mejorando la imagen que proyectas y tu autoestima.
El método que recomiendo en el libro para desarrollar el hábito de la gratitud es el llevar un diario. Diversos estudios científicos avalan el diario de gratitud, como un método muy efectivo para obtener los beneficios de la gratitud en forma cotidiana.
Simplemente en un cuaderno, escribe todos los días sobre 3 a 5 situaciones, personas o cosas por las cuales sientes gratitud. Describe la razón de tu agradecimiento, como te hace sentir y como se lo expresarías a tu benefactor (de ser una persona). Puedes incluso escribirle directamente a esa persona, para facilitarte el ejercicio.
Por ejemplo:
a.- Te agradezco tanto Susana, por haberme acompañado a la cita médica de hoy. Tu presencia y tus palabras me hicieron sentir más segura y tranquila. Además me escuchaste cuando te dije sobre mis temores, me abrazaste cuando lloré aliviada porque el diagnóstico fue alentador. Espero poder retribuirte esta ayuda pronto, ojalá en circunstancias ¡menos dramáticas!
b.- Hoy agradezco por el hermoso atardecer, que me acompañó de regreso a casa, después de un día agotador en el trabajo. El tráfico se me hizo menos pesado, pues los colores en el cielo me alegraban la vista.
c.- Agradezco por mi trabajo. Especialmente hoy, cuando varios de mis compañeros fueron despedidos y yo me mantengo en la empresa. Quizás haya más trabajo ahora, pero lo agradezco. Porque mi salario es fundamental para pagar la universidad de mi hijo. Estoy tranquila y alerta ante cualquier otro cambio en la empresa.
Anímate a iniciar una práctica diaria de gratitud. Es fácil, divertido y una forma muy efectiva de mejorar tu autoestima y bienestar general.