Convertirse en padres es una de las tareas más arduas que existen y los primeros meses son, sin duda, los más duros.
1. Los padres son seres humanos y en consecuencia no son perfectos.
Resulta sano y conveniente asumir de manera real, que si bien es cierto que el nacimiento del bebé trae una incalculable e indescriptible alegría, también es una realidad, que conlleva mucho cansancio, trabajo, responsabilidad y un cambio radical de vida. Tres grandes recomendaciones son: priorizar, organizarse y de ser necesario pedir ayuda.
2. Perder la perspectiva
Es indiscutible que la llegada de un bebé es un magno acontecimiento y uno de los momentos más importantes de nuestra vida, pero debemos entender y estar claros que fuera de nuestro entorno, quizás no tenga la relevancia que creemos. Recordemos que todos los días nacen niños y no somos ni los primeros padres, ni los últimos.
3. Diferencias y pequeños roces con la pareja
Es natural, el bebé se va a convertir en el centro de atención en la casa, y no sólo las primeras semanas o meses. Los padres tienen que renunciar a buena parte de sus actividades, para ocuparse de su hijo y hacerse la idea de que ya no son sólo una pareja de enamorados dedicados a complacerse y atenderse la mayor parte del tiempo. Pero eso no significa que debes renunciar al otro: es difícil, pero hay que encontrar tiempo para conversar, compartir, buscar momentos a solas, no perder el romanticismo y mucho menos permitir que la vida sexual pierda su intensidad. Una vez concluido el tiempo reglamentario, deben retomar esta actividad.
4. Preocuparse en exceso
Muchos padres primerizos dedican gran cantidad de tiempo a preocuparse por todas las posibles enfermedades o acontecimientos que pueden afectar negativamente a su bebe y desarrollan un especie de paranoia, no dejando que casi nadie se le acerque al bebé. La conducta conveniente es siempre acudir al Pediatra, de ser necesario para aclarar dudas, pero no vivir mortificados.
5. Tiempo libre
Muchos padres consideran que debido a que los bebés recién nacidos pasan mucho tiempo durmiendo, tendrán gran cantidad de tiempo libre para ocuparse de otras cosas. La verdad es que puede que les quedes un rato libre, pero es muchísimo menos del que pensaban, entre alimentarlo, dormirlo, y asearlo, se pasa el día. Estén claros en eso.
6. Seguir los consejos al pie de la letra
Revistas, libros, programas de televisión, familiares, amigos, y vecinos. Todo el mundo los bombardeará con consejos sobre el embarazo, el parto y cuidados del bebé. Tengan claro qué tipo de padres desean ser y sigan los consejos de los expertos en primer término, en este caso, el ginecólogo y luego el pediatra.
7. Gastar dinero más de lo necesario
Muchas de las cosas que compramos para un recién nacido son más caprichos que necesidades del bebé. Este necesita poco más que unos padres que le quieran mucho, alimento y un lugar donde dormir, así que no hace falta quedarse en números rojos con tal de tenerlo todo a punto para el nacimiento. Compren las cosas que necesiten y pidan algunas prestadas a sus familiares, no se llenen de cosas innecesarias.