La autoestima, es la percepción evaluativa de sí mismo. Para la psicología, se trata de la opinión emocional que las personas tienen de sí mismas. El amor propio es definido como la consideración y estima que una persona siente por ella misma y por la cual espera ser considerado y estimado por los demás. Dos caras de la misma moneda.
Ejercita tu amor propio:
1. Elabora un plan para combatir la negatividad y contratiempos naturales de la vida
Ten en cuenta los factores que tienden a desviarte de tu camino actual de amor propio y decide cómo lidiar con ellos. Ten en cuenta que no puedes controlar las palabras y las acciones de los demás, pero puedes controlar tus respuestas y reacciones. Podrías notar que los comentarios negativos de una persona en particular, como un familiar, amigo o jefe, te llevan hacia una espiral de negatividad. Si esto sucede con frecuencia, intenta identificar la razón.
Decide cómo manejar los pensamientos negativos que tienes. Es posible que necesites darte un tiempo, para meditar o respirar. Reconoce tus sentimientos y replantea tu reacción negativa con recordatorios positivos de tu autoestima.
2. Haz una lista de tus atributos positivos y reflexiona sobre ellos.
Esto puede parecer difícil al principio, para alguien que normalmente piensa negativamente sobre sí mismo, pero una vez a la semana intenta encontrar algo positivo sobre ti, que puedas agregar a la lista. Con toda seguridad encontrarás muchos atributos y cualidades positivas en ti. Sólo que te niegas a verlas.
Haz que tu lista sea muy específica. En lugar de utilizar adjetivos generales para describirte, enumera acciones o atributos específicos que describan quién eres y lo que haces. A medida que lees y reflexionas sobre tu lista, recuerda que cada elemento de ella, por insignificante que pueda parecer, es una razón de que eres digno de respeto y amor.
3. Haz cosas que te hagan sentir bien.
Piensa en sentirte bien física, emocional y espiritualmente. Haz lo necesario para sentirte bien de varias formas. Haz ejercicio físico, medita o haz yoga. Incluye en tu lista diaria un espacio para complacerte, consentirte, hacer algo que te agrade. Busca una rutina que se sienta bien y síguela.
4. Celebra y recompénsate.
Esta es la parte divertida de quererte a ti mismo: ¡recompensarte!.Si tienes un logro, celébralo; haz algo que te guste o regálate algo que te haga feliz. Piensa en todo el trabajo duro que haces a diario y encuentra una razón para recompensarte con algo agradable.
5. Date el regalo del tiempo.
No sientas culpa por destinar tiempo, pensando y reflexionando sobre ti y tu propia vida. Es importante darte el tiempo y el permiso para quererte a ti mismo. Para conocerte, para descubrirte, para sentirte. Detenernos, es lo mejor que podemos hacer para verificar nuestro rumbo y corregirlo, si es necesario.
6. Repite afirmaciones positivas todos los días.
Busca algunos pensamientos positivos que te ayuden a sentirte mejor y repítelos a diario. El hábito hará que los pensamientos positivos se profundicen y comenzarás a creer en ellos, aun cuando no lo hagas en un inicio. Dilo: » Yo soy importante», » Yo valgo mucho», «Estoy orgullosa de mi misma, «Mis virtudes son…», «Tengo la capacidad para…»
Una buena afirmación positiva para promover el amor propio es la siguiente: “Soy una persona plena y digna, y me respeto, confío y me amo”.
7. Reflexiona sobre los efectos de practicar el amor propio.
Cuando pasas tiempo amándote y recompensándote, con seguridad verás los beneficios en todas las áreas de tu vida. Empezarás a sentir que tienes más control de las decisiones que tomas y de tu vida. Atraerás todo lo que realmente te mereces. Estarás vibrando alto.
8. Busca ayuda. Visita a un terapeuta, coach o psicólogo.
Explorar los pensamientos negativos e identificar los factores desencadenantes para tus emociones puede provocar sentimientos o recuerdos de tu pasado con los que sea difícil lidiar. En caso de que no puedas hacerlo tú mismo, busca ayuda.