Vivir de manera consciente y prestar atención a lo que hacemos en cada instante, nos abre las puertas a conocernos internamente; a la paz, a la libertad emocional, y a las relaciones autenticas. Todo se origina en nuestro interior, allí donde todo ocurre, se encuentra la raíz de nuestra autoestima.
Sólo podemos tener una vida realmente sana y feliz en el presente. El estar atado al pasado nos lleva a la nostalgia, tristeza y, a la depresión; debido a que nos enfocamos en los malos recuerdos, errores y fracasos. Así mismo, si nos enganchamos en el futuro, nos llenamos de preocupaciones, miedos y ansiedad.
Desea desde lo más profundo de tu ser, alcanzar la felicidad. Resulta difícil cumplir una meta u obtener algo que realmente no deseamos ó creemos que no merecemos. Por ello es importante, trabajar nuestra autoestima a diario para mantenerla elevada. Las personas con baja autoestima, se consideran víctimas de la vida y aunque verbalmente expresen que desean ser felices; su yo interior siente que no lo merecen.
A la mente parece no gustarle el momento presente. Vive, casi continuamente en el pasado ó en el futuro. Invertimos infinita energía en esta permanente agitación mental, cuando en realidad toda nuestra vida se desarrolla en el espacio del ahora.
Nuestra actividad diaria y nuestros ritmos acelerados nos alejan del aquí y el ahora. Pero el disfrute auténtico, profundo y completo; sólo puede ocurrir, si desaceleramos y prestamos atención al presente. “de lo que se trata es de hacer consciente el momento presente”.
Tips para conectar con el presente:
- Escoge una actividad diaria y decídete a realizarla con toda tu atención. Prepara el desayuno, cepíllate los dientes, toma una ducha ó realiza cualquier actividad; enfocándote absolutamente en ella, con todos tus sentidos. Por ejemplo: Si te estás cepillando los dientes, siente el agua, su temperatura, el sabor de la pasta dentífrica, el movimiento sobre tus dientes.
- Escucha tu cuerpo. El cuerpo sólo puede vivir en el presente. Las sensaciones son focos de atención. Si son agradables, nos sentimos energéticos y positivos. Por el contrario, si son desagradables nos sentimos decaídos, con la energía baja. La raíz de ambas sensaciones son nuestros pensamientos, por lo que resulta conveniente, que nos mantengamos monitoreando los mismos, para sustituir de inmediato los pensamientos negativos por positivos.
- Práctica el arte de escuchar. Mantente atento, cuando sostengas una conversación con amigos ó extraños; pon atención a sus palabras y a sus movimientos corporales.
- Rompe con la rutina. Haz cambios en tu rutina diaria. Realiza actividades nuevas. Cambia de ruta para ir a tu empleo, prueba algún alimento que no conoces, prueba usar en nuevo color de camisa. En fin, las actividades y experiencias nuevas, nos hacen conectar más fácilmente con el presente, que las conocidas, que hacemos por rutina.
- Presta atención intencional a los alimentos que consumes. Saborea los alimentos, siente sus aromas, su textura. Tendrás que comer más despacio. Será una experiencia totalmente diferente. Harás grandes descubrimientos.
- Recuerda tu objetivo. Para iniciar esta nueva practica, una sugerencia sería que escojas un momento a diario para practicar el enfoque consciente. Por ejemplo, todos los días podrías enfocarte en la tarea que realizas inmediatamente después de levantarte, lo ideal es comenzar con muy pocos minutos.
- Experimenta con tu atención. Prueba realizar 2 actividades a la vez, como por ejemplo hablar por teléfono y ver la televisión y luego hazlas por separado prestando atención a cada una. Fíjate en las diferencias que experimentas.
- Aprende a Meditar. Esta práctica es el camino más expedito para ejercitar el momento presente. La meditación enseña a calmar la mente, a desapegarse del pensamiento, y a entrar en contacto con el silencio interior. Constituyendo además una maravillosa oportunidad de iniciar un proceso de autoconocimiento, que entre otras contribuciones a nivel mental y espiritual, nos permitirá contactar con nosotros mismos, y descubrir cuáles son nuestros pensamientos predominantes y así evaluar nuestro nivel de autoestima.