Las personas solemos apegarnos a la imagen que identificamos como nuestra personalidad, nuestro ego. El “yo” con minúscula.
Ese yo con minúscula, está formado en base a experiencias que hemos tenido en el pasado, las decisiones que tomamos en ellas, las cosas que hacemos para ser aceptados socialmente, nuestro status económico, el trabajo que tenemos, los estudios que hicimos, las personas con las que nos relacionamos, la familia de la cual provenimos, la nacionalidad que tenemos, etc. Y fundamentalmente las creencias.
Una creencia es un programa, una idea que consciente o inconscientemente repetimos una y otra y otra vez. Las convertimos en “verdades” con las cuales nos regimos y definimos las cosas, forman nuestro sistema de reglas.
Los pensamientos y creencias básicas no aparecen por casualidad, están basados en premisas y deducciones que en el momento nos parecen lógicas; las adoptamos muy temprano en nuestra vida, etapa en la que somos más sensibles a los estímulos externos, y es por eso que los percibimos como inseparables de nuestra personalidad, y nos identificamos. Decimos “yo soy así”, “yo soy esto, y no esto”, “soy el que cree en esto”, “el que pertenece a este grupo” o “a mí siempre me sucede lo mismo”.
Pero no hay creencias buenas ni malas. Las llamamos limitantes cuando sencillamente no están resonancia con lo que realmente queremos crear en la vida. Con los deseos de nuestro corazón. Como una versión vieja de una aplicación de tu teléfono móvil, están desactualizadas.
Por eso en este nuevo video training te invito a actualizar tu “Yo”. Accede ahora en este enlace https://vimeo.com/212337933