A veces ocurre que hemos estado tan tristes, enojados o confundidos luego de una separación, que no podemos ver las cosas buenas que esta relación nos ha dejado, todo lo que hemos aprendido junto a aquella persona que nos ha desafiado hasta el límite. Para encontrar el camino de aprendizaje de las experiencias vividas, es necesario correrse de la tristeza, dar un paso al costado y mirar la situación como un observador.
La mejor forma de observar lo que ocurrió es desde el punto de vista del testigo. Como si fuéramos un amigo de nosotros mismos. ¿Qué consejo u opinión tendrías de tu situación, si esta misma situación la hubiese vivido otra pesona allegada a ti? ¿Qué cosas positivas puedes extraer de esta relación? ¿Qué cosas no tan positivas han detonado nuevas y mejores actitudes en ti, producto del aprendizaje por la experiencia?
Es importante realizar esta práctica, de ponerse en el lugar de observador y testigo de la situación, como si no fuéramos nosotros quienes están viviendo esta experiencia. Esta es la mejor forma de tomar una perspectiva menos emocional. ¿Pero por qué es necesario cortar con la visión emocional? Porque es conocido que cuando las emociones están a flor de piel, no podemos ser objetivos de lo que está sucediendo.
Agradece la relación que tuviste y su terminación. Eso significa que has aprendido lo que te correspondía aprender y que la interacción con tu ex-pareja terminó y cumplió su misión. Ahora es momento de seguir cada uno su camino, y comenzar a redescubrirse. Ahora es momento de rescatar tu felicidad. ¡Ahora es el momento de animarse a vivir!