Cuando sabemos quiénes somos y de dónde venimos comenzamos a entender que realmente nos merecemos lo mejor. Comenzamos a entender que podemos cambiar nuestra vida para nuestro bien y para el bien de los demás. Sin embargo, todo comienza con nuestro amor propio, con el comenzar por nosotros mismos. Después de todo, no podemos dar de lo que no tenemos.
ME MEREZCO LO MEJOR
Todos cargamos una historia, una historia que nos ha traído hasta aquí, donde hemos aprendido, pero también donde muchas veces nos hemos limitado.
Es una historia cargada de frases como «no puedo» y «no debo». Es una historia cargada de miedos, resentimientos y también de muchas culpas. Esta historia ha hecho que nos sintamos prisioneros y aunque quisiéramos vivir mejor, disfrutar más la vida, amar más profundamente, simplemente no podemos.
Sé que cuesta trabajo el salir de todo aquello que conocemos, todo aquello que nos han dicho, todo aquello que creemos que será para siempre. Pero también sé que es posible lograrlo. Todo está en comenzar a sentir dentro de ti que te mereces lo mejor y actuar de esta forma.
Y quiero que te preguntes.
Cómo vivirías, ¿cómo actuarías, que decisiones tomarías si realmente sintieras que te mereces lo mejor?
Verás, existe una gran diferencia entre como la mayoría de personas se sienten y aquellos pocos que sienten que merecen lo mejor. Ellos vibran diferente, su energía ilumina la vida de los demás, son un ejemplo, se sienten en abundancia, se sienten en amor, paz y total plenitud y lo reflejan no solo con palabras sino cuando observas su vida.
La gran diferencia está en que aquellos que se sienten plenos y lo comprueban aquí, realmente creen y sienten que se lo merecen. Y allí tienes que llegar a sentirte igual que ellos, sentir que tú también eres parte de este universo y mereces lo mejor.
- Aquellas personas se dicen a sí mismos, yo también puedo, yo también me merezco lo mejor, yo también me merezco ser feliz y merezco disfrutar de las maravillas de esta vida.
- Aquellas personas saben que no debes quitar nada a nadie, ni tener lo del otro, pues saben que lo suyo viene de la infinidad y que con toda seguridad les encontrará pues creen que se lo merecen. Esto es la fe que mueve montañas.
- Aquellas personas saben que se merecen lo mejor y así, por pequeñas que sean las decisiones a tomar, toman sus decisiones de una manera que refleje que se merecen lo mejor y que las dirija por el camino del amor, alegría, paz, abundancia y plenitud.
- Aquellas personas saben que son parte de algo más grande y se sienten protegidas como hijos De Dios y así sus miedos desaparecen.
- Aquellas personas viven apasionadamente porque saben que se merecen ser feliz y van en la dirección de sus sueños.
- Aquellas personas no abandonan fácilmente sus ideales por aquellos que dirán que no es posible o por las circunstancias de la vida. Todo lo contrario: demuestran que SI es posible y hacen que los demás suban a su nivel.
- Aquellas personas utilizan sus mejores vestidos, escogen dentro de su alcance todo lo mejor que pueden porque saben que son regalos de la Divinidad y que están allí esperando a ser vividos.
- Aquellas personas creen en lo imposible y se permiten seguir su corazón pues saben que su corazón no les limita y les contacta con esa Divinidad.
- Aquellas personas liberan a los demás de sus propias ataduras emocionales pues saben que todos se merecen lo mejor y nadie merece estar en un estado de infelicidad.
- Aquellas personas no se rinden porque saben que su corazón les grita que si es posible y saben que la fe mueve montañas y saben que tienen el respaldo más grande que es la Fuerza Divina y esta fuerza solo desea que seas feliz.
- Aquellas personas, aunque se sientan rendidas y agotadas continúan, pues saben que esa vieja personalidad se asomara de vez en cuando con sus limitaciones y aun así continúan, para demostrar realmente que son más grandes que su vieja historia.
- Aquellas personas no gastan su tiempo hablando de las tragedias de su vida, de lo que sucedió ayer que no funciono pues saben que esto las detiene de su grandeza. No dejes tu vida pasar.
- Aquellas personas no gastan su tiempo fijándose en los demás, lo que hacen o dejan de hacer, lo que tienen o dejan de tener, sino que se enfocan en sus sueños, en los latidos de su corazón, creen que es posible y se encaminan hacia sus sueños.
- Aquellas personas no se apegan. Aman y disfrutan de todo lo que tienen y cuando cambia, le sueltan, le dejan ir para dar paso a lo nuevo a algo mejor que una sabiduría más grande desea entregar. Abren sus puertas en agradecimiento reconociendo que la etapa ha terminado y una nueva está por comenzar.
- Aquellas personas no les tienen miedo a los cambios, están dispuestos a fluir y reconocen que para que algo nuevo suceda, es necesario cambiar, es necesario que las estructuras se muevan, y aunque sea doloroso y miedoso, saben, dentro de sí, que todo lo viejo debe salir para que lo nuevo y lo grande pueda ocurrir.
- Aquellas personas se alejan de todo aquello que no les sirve pues saben que el sufrir no es de la Divinidad.
- Aquellas personas toman decisiones de raíz, encaminándose hacia su felicidad porque saben que cuando son felices, se expanden, son grandes, y así el mundo se alegra y así harán feliz a todos a su alrededor beneficiando este mundo, llenándolo de grandeza y cada vez más, de mucha más luz.
¿Estás dispuesto a ser esa persona?
Si estás dispuesto a ser esa persona, entonces manos a la obra. En todo momento piensa «Me merezco lo mejor» y comienza a vivir tu vida desde allí.
Este «me merezco lo mejor» tendrá grandes efectos en tu vida. Afectará tus decisiones, afectará lo que hablas y lo que haces, afectará tus relaciones, afectará hasta tus hábitos y costumbres. No puedes moverte hacia la grandeza sin que el mundo afuera no se mueva contigo. Tu pon la música y el baile te sigue. Pero debe empezar por ti, soltando tu historia y escribiendo una nueva desde ahora.
Pregúntate cada vez que puedas en tu día: Si me merezco lo mejor, entonces, ¿qué decisión tomaría? Y te aseguro que, si tú eres genuinamente feliz, sintiendo que la Divinidad está contigo, tus decisiones serán decisiones de luz, de amor y de mucha paz.
Recuérdalo siempre, la vida te dará lo que tú crees que te mereces. Ni más, ni menos.