Las personas con una autoestima sana se sienten bien consigo mismas, se aceptan, actúan con seguridad, aprecian su propia valía y están orgullosas de sus capacidades, habilidades y logros. Gozar de una elevada autoestima, es una cuestión de elección personal, tomada desde lo más profundo de nuestro corazón; lo cual requiere de compromiso, constancia, perseverancia y disciplina.
Amarse, aceptarse y aprobarse a sí mismo en el presente
Es el primer paso hacia la auténtica felicidad. El amor no está nunca afuera; lo llevamos dentro. Por esa razón debemos revisar los pensamientos, actitudes, y palabras que nos profesamos a nosotros mismos. Amarnos significa escucharnos, aceptarnos, respetarnos, valorarnos, comprendernos y ser amables y comprensivos con nosotros mismos, frente a cualquier situación. Sin lugar a dudas, nuestro mundo es un reflejo de cómo nos tratamos a nosotros mismos.
Aquí los pasos para lograrlo de manera efectiva:
Autoconocimiento
Significa que debemos conectarnos con nosotros mismos, para sentir nuestro cuerpo y nuestro yo interno. Revisar cuáles son los pensamientos habituales que tenemos sobre nosotros mismos, ya que en definitiva, son ellos los que influyen sobre nuestras decisiones y definen la manera como actuamos. Te invito a:
- Sentarte con la espalda recta en una silla o en el piso, con los ojos cerrados, y en silencio por lo menos 10 a 15 minutos diarios, preferiblemente en la mañana, después del baño, en un lugar tranquilo sin ruidos, donde te conectes con tu cuerpo. Este ejercicio permite conocer nuestra mente, cuáles son nuestros pensamientos y emociones recurrentes, superando a través de la aceptación y el amor nuestros miedos, complejos y frustraciones.
- Detenerte por segundos varias veces al día, a revisar tus pensamientos, sentimientos y emociones. Esto te permite, volver a elegir, ya que la elección correcta es sentirte bien siempre.
- Incluir en tu rutina diaria, momentos de soledad, que te permitan conectar con tus intenciones y deseos. El silencio y la soledad, sin ruido y sin distracciones permiten que afloren nuestras verdades.
Sanar tus heridas emocionales
Es importante, perdonarte y perdonar, lo que supone limpiarte de pensamientos y sentimientos tóxicos que te enferman el alma e inciden en tu salud física, mental y emocional y espiritual.
Hacer las paces con el pasado para que no arruine tu presente
Ya que constituye una carga muy pesada, que te impide progresar y ser feliz.
Aceptar que en tu interior hay luz, sombras y oscuridad
Supone que reconozcamos nuestras debilidades y trabajemos sobre ellas, para ello es relevante que observemos nuestros pensamientos, creencias y actitudes periódicas, a fin de realizar los cambios pertinentes.
Dejar de criticarte
Niégate a criticarte. Cuando te criticas, tus cambios son negativos. Alábate por lo bien que haces las cosas. Únicamente hazte críticas constructivas y sanas, sin recriminarte.
Cuidar tu cuerpo y tu alimentación
Cuida tu cuerpo, haz ejercicio. Cuida tu alimentación ingiere alimentos sanos y destierra de tu dieta la comida chatarra. Encuentra un sano equilibrio entre la actividad, el descanso y la relajación.
Trabajar con el espejo.
Mírate a los ojos a diario. Exprésate el creciente amor que sientes por ti.
Ser comprensiva con tus aspectos negativos.
Abandona amorosamente las viejas pautas negativas. Trátate con amabilidad.
Brindarte apoyo.
Apóyate siempre y pide ayuda cuando la necesites.
“Perdónate, acéptate, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.” Facundo Cabral.