“Cuerpo, mente y espíritu forman parte de una misma unidad. Todo está unido e interrelacionado, el trabajo sobre una estructura afecta a las demás”.
El ejercicio físico regular es una de las formas más importantes para rejuvenecer y vivir más tiempo, con buena calidad de vida. No sólo mantiene el cuerpo joven, sino que preserva la mente activa y estimula y promueve el bienestar emocional.
A nivel mental, eleva la autoestima de manera importante, aumenta la producción de serotonina en el cerebro, con lo que se agudiza las funciones intelectuales, y mejora el estado de ánimo. Contribuye a incrementar la fuerza de voluntad, la disciplina, la perseverancia y el autocontrol. Disminuye el stress, la ansiedad, la agresividad y la depresión. Estimula la creatividad y la capacidad afectiva. Influye positivamente en nuestra actitud y en nuestro carácter.
A nivel físico, fortalece el sistema inmunológico, previene o retrasa la aparición de enfermedades, sobre todo las cardiovasculares. Robustece músculos y huesos, aumentando la densidad ósea, previniendo la osteoporosis. Ayuda a mantener la estructura y función de las articulaciones. Favorece el control de la obesidad, y mejora la digestión, regulando el ritmo intestinal. Fortalece el corazón activa la circulación sanguínea e incrementa la elasticidad de los vasos sanguíneos. Se oxigena mejor el organismo. Ayuda a eliminar las toxinas a través del sudor. Mejora el perfil de los lípidos en la sangre, reduce los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL, conocido como colesterol bueno. Mejora la piel y disminuye la celulitis, entre muchos otros beneficios.
Cuando hacemos ejercicio físico nos sentimos muy bien con nosotros mismos. La persona que hace ejercicio se ve y se siente mejor, debido a que la actividad física contribuye con una imagen saludable, lo cual lleva a la aceptación de nuestro cuerpo.
Existen muchas maneras de incluir el ejercicio en nuestra rutina. Algunas personas prefieren practicar algún deporte, otras asistir a un gimnasio y realizar ejercicios aeróbicos o anaeróbicos como las pesas o maquinas, y otras eligen caminar o trotar. Cualesquiera que escojas, no solo tendrá incidencia en tu imagen corporal, sino también en tu actitud y en tu salud mental. Además de mejorar tu autoestima, al generar sentimientos de aceptación y bienestar hacia ti mismo.
Sin embargo, un entrenamiento físico antienvejecimiento supone un programa completo que incluye ejercicios para desarrollar la flexibilidad, el acondicionamiento cardiovascular, y el entrenamiento de fuerza muscular.
Alimentación
Llevar una dieta saludable con la ingesta de grasas, carbohidratos y proteínas necesarias según la complexión de cada uno, así como de la actividad que desarrollemos, influye directamente sobre el envejecimiento. Incide no sólo en nuestro cuerpo físico, sino también en nuestros estados emocionales.
Especialistas en la materia sostienen que existen una variedad de alimentos que promueven la inflamación, lo cual incide en el envejecimiento de la piel. Entre ellos, el azúcar, los alimentos enlatados, congelados o altamente procesados, los lácteos, el pan, las pastas y las tortas.
Asimismo, coinciden en recomendar la ingesta de proteínas de alta calidad, como las que se encuentran en el pescado, mariscos, aves y tofu. Carbohidratos de bajo índice glucémico, incluyendo frutas frescas y verduras. Avena y legumbres como las lentejas. Grasas saludables, como aquellas encontradas en los pescados de agua fría como el salmón y las sardinas. Frutos secos como nueces, pistachos o almendras, y el aceite de oliva extra-virgen. Igualmente, destacan la importancia de hidratarse internamente sugiriendo el consumo de 8 a 10 vasos de agua por día y bebidas ricas en anti-oxidantes, como el té verde.
Además de mantener una buena alimentación, debemos de comer a las horas apropiadas, de este modo tendremos un organismo que se nutre de manera correcta y así evitaremos posibles trastornos. Se recomienda tres comidas principales y dos meriendas, una a media mañana y otra a media tarde.
Es muy importante que consultes a tu médico antes de iniciar cualquier dieta o régimen alimenticio.
Una correcta alimentación es una poderosa herramienta para optimizar tu salud y bienestar. Con una alimentación adecuada ganamos salud, equilibrio interior y optimismo.