Estás son palabras muy bonitas y fáciles de decir mi gente bella, pero ¿Y aplicarlas? ¡Allí se encuentra el verdadero reto!
Últimamente la vida me ha estado empujando amorosamente por caminos nuevos, los cuales me han hecho salirme de mi zona de confort y reprogramarme. Reconozco que he sentido miedo y hasta un poco de ansiedad en algunos casos, pero cuando me doy cuenta de ello, hago todo lo posible por enfocarme, respirar, confiar y soltar.
Es que solo con CONFIAR no basta, a esta palabra hay que mezclarla con una dosis de SOLTAR para que el hechizo nos salga a la perfección. Confiar, es sentir la tranquilidad de que pase lo que pase todo saldrá bien y soltar nos ayuda a relajarnos y a dejar que el universo actúe y haga su parte sin nuestra intervención.
Sé que muchas veces no es fácil, pero es algo necesario si realmente deseamos mantener nuestra paz y sobre todo nuestra salud mental y emocional. Ahí voy yo con mis ejemplos: imagínate esos casos en donde has estado esperando una llamada muy importante para ti, podría ser una llamada para un nuevo empleo, para decirte que te van a alquilar el apartamento de tus sueños, que te aprobaron el crédito o la llamada para invitarte a salir de ese chico que tanto te gusta.
¡Allí es cuándo comienza lo bueno mi gente! Comenzamos con la ansiedad y los nervios, vemos el móvil a cada 5 minutos, comenzamos a diseñar escenarios mentales cual escritor loco, nos dejamos llevar por las emociones y en parte, perdemos una de las cosas más importantes, el autocontrol. ¿Te hizo clic?
Ah bueno, como dicen por ahí: ¡Loco amárrate! ¡Ja, ja, ja! Lo importante de todo esto es darnos cuenta. Una vez que nos damos cuenta, lo ideal sería enfocarnos en recuperar nuestra tranquilidad y equilibrio, a través de la respiración consciente y volviendo a tiempo presente.
Y me dirás, ¿A tiempo presente Lennys? Sí, porque si estás ansioso significa que estás en tiempo futuro y no enfocado en el aquí y el ahora.
Detente y observa lo que está a tu alrededor en este momento, la cama o el sofá desde donde estás leyendo mis palabras, la habitación donde te encuentras, una foto familiar, en fin, respirar y observar calmadamente el espacio y las cosas que te rodean.
Luego de esto, viene lo que para mí es la parte más difícil, confiar y soltar, pero es la parte imprescindible de la ecuación. Confía en que Dios, el universo o como desees llamarle, SIEMPRE está conspirando a TU favor y sabe cuál es el mejor momento para que las cosas ocurran. Y en algunos casos, cuando no ocurre lo que deseábamos es porque viene sin duda, algo MEJOR.
Mira hacia atrás por unos instantes y recuerda algún momento en el cual Dios te salvo de algo o simplemente te dio algo mejor de lo esperado…
Yo tengo muchísimos recuerdos de todas las veces que Dios me ha salvado. Por ejemplo: me ha salvado de empleos en los cuales no era feliz, pero yo insistía en permanecer en ellos porque en algún momento “algo cambiaría” ¿Te suena?
Me ha salvado de lo que hoy en día por llamarlo de alguna manera bonita, les podría decir “Exnovios”. Si hubiera seguido con mis ideas iniciales, en este momento me encontrarían en una plaza sentada, como aquel famoso meme del esqueleto esperando al hombre perfecto ¡Ja, ja, ja, ja!
Me ha salvado de mis propios pensamientos de carencia, miedo, victimismo… y me ha enseñado en su lugar a ser más fuerte, a amarme y a creer más en mi misma. Además, estoy segurísima de que Dios me ha salvado de muchas otras cosas de las cuales, ¡Ni siquiera me he dado cuenta! Por eso es tan importante, ser agradecidos.
Después de confiar en que vamos a obtener el mejor resultado posible, soltamos. ¿Y cómo suelto? ¿Cómo se hace eso? En gerundio, “soltando”, no haciendo nada y dejando que el tiempo pase y llegue el resultado que deba llegar. Para que siempre te sientas bien y estés de consciencia tranquila, haz y entrega siempre lo mejor de ti en todos los casos para obtener el mejor resultado. Si llega lo que esperabas excelente y si no, seguro vendrá algo mejor, pero de tu parte no quedó.
Deseo que siempre que lo necesites puedas confiar y soltar.
¡Hasta el próximo artículo! ¡Gracias por leerme y gracias por ser y estar!
¡Bendiciones! Lennys