El aceite de coco no solo es beneficioso como parte de la alimentación, sino que también es un excelente cosmético natural, ya que hidrata y protege la piel y el cabello.
La vitamina E que contiene es un poderoso antioxidante que previene el envejecimiento prematuro de la piel, y sus proteínas reparan los tejidos y contribuyen a la salud celular. Además, por sus propiedades antibióticas es un buen remedio para prevenir el acné, las infecciones y problemas de la piel.
Los ácidos grasos de cadena media que contiene ayudan a restablecer el Ph neutro de la piel, eliminan la grasa y el exceso de sebo y dejan la piel hidratada y hermosa y se puede usar como protector solar natural, ya que bloquea el 20% de los rayos UVA.
En cuanto al cabello, tiene un efecto reparador y revitalizante, ya que lo protege y lo nutre en profundidad. Se puede utilizar para tratar la sequedad del cuero cabelludo.
5 formas de utilizar el aceite de coco para tu belleza
Recuerda consultar antes con tu dermatólogo, podrá indicarte si es apropiado para tu caso particular.
1. Aceite de coco como crema hidratante corporal
Muchas de las cremas hidratantes que se pueden conseguir en el mercado tienen gran contenido de agua y otros compuestos químicos que, al aplicarse, hacen sentir la piel humectada y suave.
Sin embargo, con el paso de las horas, el agua se va evaporando y notamos cómo la piel vuelve a ponerse reseca. A diferencia de esto, los aceites esenciales hidratan profundamente y mantienen la piel suave por más tiempo.
El aceite de coco es uno de los mejores hidratantes naturales que podemos encontrar para el cuidado de la piel.
2. Exfoliante para la piel
El aceite de coco es un buen aliado para limpiar profundamente la piel y deshacerse de las células muertas que se van acumulando día a día. Puedes preparar tu propio exfoliante para el rostro y el cuerpo a base de aceite de coco. Estas son las indicaciones de una receta tradicional para hacerlo:
- Utiliza una parte de aceite de coco con dos de azúcar morena o sal.
- Pon el aceite de coco a fuego lento y, una vez se caliente, debes verter el azúcar o la sal en la olla y revolver constantemente durante 2 minutos.
- Evita que el azúcar se derrita; antes de que esto pase, retira del fuego, deja reposar unos minutos y aplícalo sobre la piel que deseas exfoliar.
- Para mejores resultados, se recomienda utilizar guantes exfoliantes. Los puedes adquirir en tiendas o farmacias.
3. Acondicionador para el cabello
El aceite de coco funciona como un excelente acondicionador para el cabello, especialmente para aquellas mujeres que tienen pelo grueso y seco. En cambio, se suele decir las mujeres con cabello fino y graso deben evitar utilizar este producto; no obstante, no hay demasiadas evidencias que confirmen que esto es así.
La aplicación más extendida en el tiempo consiste en humedecer el cabello y aplicar el aceite de coco a partir de la mitad de su largo hasta las puntas. Es decir, no se debe aplicar en las raíces. Preferiblemente, se deja actuar durante 30 minutos y luego se enjuaga con abundante agua.
4. Desmaquillador
Si quieres hidratar la piel del rostro y las pestañas al mismo tiempo que quitas los excesos del maquillaje, el aceite de coco puede ser un buen aliado. Este producto, según muchas publicaciones especializadas en cosmetología (pero no comprobado científicamente), sirve para retirar esos excesos de máscara que suelen ser resistentes al agua. Para esto, solo debes humedecer un algodón con aceite de coco y limpiar el rostro y los párpados.
5. Aceite de coco para prevenir las estrías
Si estás en planes de perder peso o te encuentras embarazada, ten en cuenta que pueden aparecer las estrías como consecuencia de ello. Si deseas prevenirlas, aplicar aceite de coco en las áreas que más tienden a sufrir estrías (senos, abdomen, glúteos, brazos, etc) podría ayudarte. Consulta con el médico antes de hacerlo, y pídele que también te indique la frecuencia de uso.
¿De dónde procede el aceite de coco?
El aceite de coco se extrae de la nuez del coco mediante un proceso húmedo o seco. El proceso de fabricación de aceite de coco en seco consiste en extraer la pulpa antes de secarla y exprimir o aflojar la envoltura para acceder al aceite. El proceso húmedo consiste en utilizar la leche de coco extraída y separar el agua y el aceite. Se suele preferir el proceso en seco, ya que produce una mayor cantidad y es más barato.
Cerca del 70% del aceite de coco del mundo se produce en Filipinas e Indonesia.
Composición del aceite de coco
El aceite de coco está compuesto en su totalidad por diferentes grasas y es principalmente rico en ácidos grasos saturados de cadena media.
- Ácido cáprico: es un increíble exfoliante que puede ayudar a hidratar la piel. El ácido cáprico constituye aproximadamente el 7% del aceite de coco.
Ácido láurico: constituye aproximadamente el 49% del aceite de coco y es el responsable de muchos de los beneficios que se le atribuyen al mismo. Algunas investigaciones sugieren que este ácido puede favorecer la pérdida de peso, reducir el riesgo de Alzheimer y mucho más.
- Ácido mirístico: más utilizado en cosmética por sus propiedades limpiadoras, constituye aproximadamente el 8% del aceite de coco.
- Ácido palmítico: el ácido palmítico, que supone aproximadamente el 8% del aceite de coco, se utiliza sobre todo como emoliente para suavizar la piel o por sus propiedades hidratantes.
- Ácido esteárico: este ácido se utiliza a menudo en el cuidado de la piel como emulsionante, pero también en los productos capilares, ya que tiene la capacidad de proteger y acondicionar el cabello. El ácido esteárico constituye aproximadamente el 2% del aceite de coco.
- Ácido oleico: el ácido oleico forma parte de cerca del 6% del aceite de coco y se utiliza en muchos productos para el cuidado de la piel que se centran en la piel seca y envejecida, ya que la dermis lo absorbe fácilmente y es muy hidratante.
- Ácido linoleico: el ácido linoleico está presente en aproximadamente el 2% del aceite de coco y es increíblemente bueno para reforzar la barrera cutánea, de modo que la piel puede retener la humedad y protegerla de los irritantes que la dañan.