El camino a la felicidad, suele parecernos un laberinto en el que resulta sencillo perderse. Para salir de él, hay que cerrar ciclos, superar los obstáculos construidos por el miedo y, sobre todo, no perder de vista nuestros sueños.
Escuchamos con mucha frecuencia que debemos cerrar ciclos, en todas las áreas de nuestra vida. Ahora bien, ¿entendemos realmente qué significa? y ¿conocemos su importancia para continuar con nuestras vidas de manera sana y armónica?.
Para ello, las siguientes reflexiones y recomendaciones:
Debemos partir del hecho indiscutible de que la vida está compuesta de finales y comienzos, de cierres y aperturas, de ciclos que definitivamente hay que cerrar para abrirnos a descubrir nuevas y maravillosas experiencias. El problema radica en que en muchas ocasiones no los cerramos apropiadamente, y consciente ó inconscientemente seguimos atados a ese hecho o persona.
Sugerencias para cerrar los ciclos definitivamente y rescatar tu felicidad:
- Ciérralos en sus dos aspectos:
- Externo
- Interno
Externo: En muchas ocasiones, resulta más fácil que cerrar un ciclo en el aspecto interno. En el caso de una ruptura amorosa, un ejemplo sería: cuando acudes a una oficina pública ó tribunal y te divorcias cumpliendo con los trámites legales de tu país ó cualquier hecho externo, como el caso en que te mudas del lugar donde viven juntos.
Interno: Requiere trabajar en tu interior, en tú “yo interno”; conlleva duelo y el duelo necesita ser llorado y meditado para que nos transforme y nos muestre su lado positivo. Supone el paso de la mayor oscuridad a la luz; al llegar a ella reconocemos que fue muy duro lo que vivimos, pero que aprendimos mucho y salimos fortalecidos y dispuestos a abrirnos a una nueva posibilidad, pero desde una mejor perspectiva.
La importancia del duelo y el proceso que lo acompaña:
El duelo es inevitable e imprescindible como paso previo para cerrar el ciclo interno y conlleva un proceso que se inicia con pensamientos muy negativos sobre lo ocurrido, de allí pasamos a la emoción en la forma de dolor, rabia, angustia, ansiedad y tristeza. Luego de esta etapa inicial, que lleva su tiempo, necesitamos formularnos una serie de preguntas para iniciarnos en la nueva vida que queremos. Una de ellas, podría ser: ¿Qué es realmente lo que quiero?. Tienes que ordenarte y crear las condiciones para todo lo que deseas poner en práctica. Créalas con tu mente para que se materialicen en acciones y estas produzcan los resultados esperados. Concreta para que puedas enfocarte.
Recuerda: Hay un tiempo perfecto para todo, pero es importante que hagas el trabajo personal, porque es cierto que el tiempo por si sólo cura las heridas, pero no te transforma, en cuyo caso, tendrías altas posibilidades de cometer los mismos errores nuevamente.
Cómo saber cuándo cerramos un ciclo internamente:
Cuando somos capaces de ver hacia atrás, “ver el hecho”, aceptarlo y agradecerlo con sinceridad desde nuestro corazón. Reconociéndolo como valioso en nuestra experiencia de vida.
Cuando nos encontramos de cara al hecho, estas palabras parecen vacías, pero cuando hacemos el trabajo, y superamos positivamente la ruptura, nos damos cuenta de su absoluta autenticidad.
¡Tú puedes y no permitas que nadie te diga lo contrario, ni siquiera TÚ!