El abandono tiene que ver con ese sentimiento de ser dejado de lado, ignorado, desatendido y no necesariamente tiene que ser un abandono físico, puede ser aquel que aun estando juntos produce la ruptura del vínculo emocional y aparece el desinterés, la indiferencia.
El sentirse abandonado puede tener consecuencias en nuestra vida si no sanamos ésta herida, veamos algunas de ellas.
Consecuencias del abandono:
Temor de que vuelva a ocurrir: esta sensación de ser abandonado por quien amabas, en quien confiabas y en especial cuando ocurre en nuestra infancia suele ser muy duro y puede generar una herida profunda en la vida, dejando una sensación de temor de que esta situación pueda volver a repetirse en un futuro en distintos ámbitos de nuestra vida; laboral, económico, personal.
Problemas de merecimiento: puede verse afectada la autoestima por creer que no merece ser amado por otros.
Desconfiar de los demás: evitar establecer relaciones profundas con otras personas para evitar ser abandonado otra vez.
Búsqueda de aprobación externa: necesidad de ser aprobado, valorado por los demás y por lo tanto no ser dejado de lado, lo que puede llevar en muchas ocasiones a no saber decir no y sacrificarse en extremo anteponiendo las necesidades de los demás a las propias, de manera de poder mantener el vínculo.
Tratar de repetir la historia con otros personajes: un camino que puede producirse en forma inconsciente es el de vincularse con personas que tienen el perfil de “abandonadores” en un afán de lograr esta vez no ser abandonados y poder sanar el pasado.
Comportamiento controlador hacia quien se ama: en un afán desesperado de conservar a esa persona y evitar su partida; los celos obsesivos suelen ser parte de ese patrón.
Idealizar a la pareja: puede llegar a sobrevalorarse a la pareja simplemente porque es la persona que le presta atención y eso le hace compensar su sentimiento de falta de merecimiento.
Evitar compromiso: el no comprometerse en relaciones o preferir la soledad es una forma de protegerse ante la posibilidad de un nuevo abandono.
¿Cómo sanar?
Hay un hecho claro, lo pasado pasado está, ya ocurrió ¿Cómo lo cambias? ¿Imposible cierto? Pero hay algo donde si tienes el poder y es la forma en que lo interpretas. Muchas veces nos quedamos interpretando una situación desde el dolor del momento o la edad que teníamos cuando ocurrió pero, ¿sabes? Puedes detenerte en este momento y hacerlo diferente.
El foco fundamental debe estar en amarte y ser compasivo contigo, y si esa persona te falló ¿vas por ello a permitirte fallarte a ti mismo? Fue el otro quien te abandonó, no seas tan cruel como para abandonarte tú y castigarte de esa manera día a día por algo que no hiciste.
Déjalo ir de tu vida, así como un globo que sueltas al aire para que se vaya, libéralo de ti, ya no está.
Observa tus pensamientos y cada vez que llegue a ti esa sensación de abandono o de no merecer ser querido, pon un alto, cambia lo que estabas haciendo en ese momento y crea un pensamiento sustituto como por ejemplo: Merezco amar y ser amado.
Analiza el abandono desde el presente, partiendo de la aceptación de lo ocurrido y entendiendo que necesitas dejarlo ir. Está bien, fue doloroso, espantoso si lo deseas, pero es aún más terrible quedar enganchado en lo ocurrido y arrastrar esa cadena de por vida.
Liliana Castiglione
Psicóloga
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