Hay amores imposibles que se clavan en lo más profundo de nuestro corazón y provocan mucho dolor, y sufrimiento. En estos casos, la única opción sana, es aceptar la realidad y olvidarlo.
Muchas personas dejan de luchar por un amor debido a obstáculos que en realidad se pueden superar, como pueden ser, la distancia geográfica, las diferencias ligadas al status social o económico e incluso la diferencia de edad.
Sin embargo, hay amores por los que no vale la pena luchar, se trata del caso de los amores no correspondidos, la persona ya tiene pareja o tiene una orientación sexual diferente o simplemente no le gustamos lo suficiente. En esos casos, aferrarse a esa ilusión, es sinónimo de sufrimiento y no tiene ningún sentido. No existe ninguna posibilidad de obligar a alguien a que nos ame.
¿Por qué es tan difícil olvidar un amor imposible?
Cuando una relación de pareja llega a su fin, es porque ha atravesado por una serie de etapas que la han conducido a la desilusión. Por eso, aunque la ruptura suele ser dolorosa, tarde o temprano cerramos ese ciclo. Por el contrario, en los amores imposibles el desengaño o el desencanto nunca llegan, nos quedamos permanentemente ilusionados, ya que incluso lo idealizamos. En muchos casos, olvidarlo equivale a renunciar a un sueño.
Vivir encadenados a un amor no correspondido, implica paralizar nuestra vida emocional. Engancharnos al dolor y además cerrarnos a la posibilidad de encontrar el amor que merecemos, que satisfaga nuestras expectativas y con quien compartir una vida sana y feliz.
Hay personas que son más proclives a involucrarse en este tipo de relaciones, ya sea por sus características de personalidad, por sus creencias, su mentalidad o por la educación que han recibido.
Las personas con una baja autoestima pueden ser víctimas de este problema, ya que, en el fondo, creen que no merecen una buena relación de pareja y se fijan en personas que no les pueden corresponder.
Pasos para olvidar un amor imposible:
1. Autoevalúate: Si te ha sucedido en varias oportunidades, es indispensable que realices una autoevaluación, a los fines de que encuentres las causas que te llevan a elegir el mismo tipo de persona, que no está disponible para ti. Puedes descubrir que tienes una baja autoestima y te sientes incapaz de atraer a tu vida, una persona que te ame, en cuyo caso debes trabajar sobre ti misma. Si nos rechazamos a nosotros mismos y no nos amamos, será muy difícil que alguien lo haga. En este proceso, también podría aflorar que tienes un profundo miedo al compromiso o que no te sientes preparada para afrontar una relación de pareja. Hay quienes disfrutan por así llamarlo de un amor idílico y se sienten relativamente cómodos, ya que no tienen que abrirse emocionalmente a otra persona.
2. Mantén una sana autoestima y reflexiona sobre los ideales creados acerca de ese amor imposible. Trabaja sobre ti misma, consiéntete, trátate con amor, siéntete a gusto contigo. Resuelve tus conflictos internos y revisa tu dialogo personal, ¿Cómo te tratas? ¿Qué te dices a ti misma?. Asimismo, debes deliberar acerca de lo que realmente deseas, ¿Qué tipo de persona quieres para compartir tu vida?, ¿Qué clase de vida quieres llevar? .También es conveniente reflexionar sobre los ideales que has creado, ¿Estás enamorada de una persona real o de una imagen idílica? ¿Hasta qué punto conoces a esa persona? ¿Conoces sus defectos y manías? Es probable, que te sorprenda descubrir que en realidad conoces muy poco de esa persona y que estás enamorada del ideal que has creado en tu mente.
3. Ábrete a nuevas experiencias. La vida es muy corta y pasa muy rápido. ¿No crees? No hay razón para quedarse detenido en el tiempo. Debes abrir la mente y el corazón, ya que cuando estás obsesionado con un amor, te cierras y no logras ver a tú alrededor y mientras tanto el tiempo pasa y pasa, y dejas de vivir experiencias gratas que pueden estar al alcance de tu mano, pero que no te permites ver. Pasa la página, y ábrete a lo nuevo. ¡Voltea para que te enamores!. Como expresa un bolero muy famoso: “El que se fue no hace falta, hace falta el que vendrá, en el juego de la vida unos vienen y otros van”.