Personas que están en relaciones donde hay abuso pueden sentirse muy atemorizadas de permanecer allí, pero también de salir de esa relación. Este es un tema delicado y muy doloroso. Así que sigue leyendo para aprender al respecto.
Un par de casos sobre abuso.
Estoy atendiendo en consulta a dos mujeres que están o han estado en relaciones de abuso.
La primera, una mujer de unos 55 años, que tiene 7 años de casada. Su pareja ha sido una persona agresiva y ofensiva sobre todo en la palabra. Con el transcurrir del tiempo, se ha tornado más agresivo y eso ha hecho que todo amor que esta mujer sentía por su pareja desapareciera.
Su relación se había transformado en una persecución porque ante tanto abuso, ella se distanció y su esposo creía que era porque ella tenía otra relación. Esto llegó a tanto, que ella creía que tenía hackeado su teléfono e incluso tenía micrófonos en el carro.
Esta mujer había hecho un curso conmigo hace unos meses y se dio cuenta que no era la relación que se merecía. Pero además vio que él no era quien tenía que cambiar. Ella vio claramente que debía empoderarse para salir de esa relación de abuso. Así fue como solicitó la consulta privada.
Por otra parte, tengo a una jovencita, de 21 años, y me cuenta que no logra tener una buena relación. Compartió que su primer novio, a sus 15 la trató muy mal, incluso la golpeó. Eso ha dejado una honda huella. Comparte con dolor cuánto amaba a ese chico y cuanto trató en vano de complacerlo.
En este caso, esta chica aún no podía ver que ese no era un trato que tenía que aceptar. Ella se sentía más bien víctima de esta situación y atrapada en la idea de que no era posible tener una relación con un chico que la quisiera bonito y le respetara. Era su anhelo, pero lo que había experimentado hasta ahora no se parecía en nada a lo que quería tener.
El primer paso para salir de una relación abuso.
A veces las personas tienden a normalizar determinados comportamientos, incluso a justificar por qué actúan como lo hacen. Además hablan del amor que le tienen a esta persona y que todo sería mejor si él (o ella) mejoraran su carácter.
Cuando se está en una situación de abuso, es difícil ver que hay una dinámica que han creado juntos. Por tanto que ambas personas tienen una cuota de responsabilidad sobre lo que viven.
En el caso de la persona que está siendo maltratada, hay una autoestima frágil, dificultades para poner límites y un concepto equivocado del amor. Porque a la primera persona a la que se debe amar es a uno mismo. Estar en una relación abusiva es una señal de que hay un tema con el merecimiento y eso también tiene que ver con el amor propio.
Una víctima es una persona que no puede hacer nada o que no tiene la fuerza interior para cambiar lo que ocurre. Y cuando se está allí, es lamentable. Entonces el primer paso es «darse cuenta» que algo debe cambiar. A partir de allí puede buscar ayuda para mirarse y reconocer que puede y debe salirse de una relación que le hace daño.
Si bien la única forma de terminar con una relación de abuso no es pidiendo ayuda psicológica, creo que es una buena forma de hacerlo. Sin embargo, hay situaciones tan graves, que es el instinto de supervivencia hacen que esta persona escape de la relación para preservar su integridad y luego buscar ayuda.
El trabajo que hay que hacer para romper con un patrón de abuso.
Somos seres muy complejos, y son muchos los elementos que influyen en nuestro comportamiento, la forma como miramos el mundo y las personas que elegimos para relacionarnos. Por tanto no hay una sola causa y por eso es valiosa la consulta para entender cada caso y encontrar la forma de superar esa situación.
Sin embargo, el trabajo básico es ir al pasado, a las primeras relaciones, las que sostuvimos con nuestros padres para ver cuál fue la influencia que estas relaciones tuvieron sobre esta realidad presente.
Además, hay que desenmarañar la psique para determinar cuáles son esos pensamientos limitantes que están definiendo el tipo de personas con las que nos relacionamos.
Espero que a estas alturas no creas que estás con alguien de forma fortuita. Deseo que sepas que tu sistema de creencias define un perfil de personas a las cuales atraes y a las cuales eliges para relacionarte. Claro todo esto ocurre de manera inconsciente. Nadie en su sano juicio busca enamorarse de alguien que le maltrate, sea infiel o violento.
Entonces, puede ser que hayas tenido alguna experiencia que te haya hecho concluir equivocadamente: no valgo, soy culpable, no merezco el amor, no soy suficiente, no soy importante, entre otros.
Este artículo tiene dos partes. Así que la semana que viene estaré hablando de cómo lo vivido con nuestra familia de origen determina la forma como vemos al amor y cómo nos relacionamos. Para crear relaciones sanas, distintas a las que personas como estas dos mujeres han vivido, tienen que re-visitar su pasado y cerrar con éste. Así que no te pierdas el próximo texto donde te contaré sobre parte de su trabajo para sanar y te contaré el desenlace de una de estas mujeres, son buenas noticias.