La Navidad, es una fiesta tan arraigada que la celebran creyentes y no creyentes, todos esperamos que sea una celebración de unión familiar, alegría y reencuentro.
Para algunos las fiestas navideñas tienen una cara menos agradable, muchas veces por soledad, los conflictos familiares, el reencuentro con familiares poco apreciados, la ausencia de familiares queridos, las envidias, los celos y otros sentimientos negativos provocan que la venta de antidepresivos aumente hasta un 40% en estas fechas.
Todos estos retos personales y familiares generan tensiones en estos días tan especiales por la carga cultural, emocional, psicológica y social que encierra la celebración de la Navidad.
Ana Berástegui Pedro-Viejo enumera tres tipos de conflictos familiares en estas fechas:
- Los conflictos permanentes: vigentes durante el resto del año, pero que entran en contraste con lo esperado de estas fechas. En Navidad se vive con mayor intensidad y dolor lo que en otro tiempo se considera un evento cotidiano.
- Conflictos propios de estas fechas: las fiestas navideñas ponen como reto a todas las familias tareas y decisiones complejas, relacionadas con en cuál casa reunirse a celebrar y cenar, ¿con los suegros?, ¿con cuáles suegros?, ¿en la casa sola/o?, ¿qué regalos se deben comprar?
- Conflictos profundos en todas las familias y que brotan estos días por compartir más tiempo juntos. Estos problemas no se manifiestan o se hacen conscientes en otros momentos del año. Por ejemplo, puede haber parejas que no sepan comunicarse ni llegar a acuerdos, pero como durante el resto del año la vida está más pautada y ordenada, no se dan cuenta de ello hasta que tienen que pasar más tiempo juntos para preparar los eventos navideños con la familia.
Las nuevas familias suelen entran en conflicto con las costumbres y modos de ser y hacer de las familias de origen. Las demandas afectivas de todos -padres, hijos y abuelos- pueden dificultar mucho la toma de decisiones y afectar el bienestar de la familia.
También para celebrar la Navidad, entran en juego decisiones familiares económicas. La Navidad enfrenta a las familias a muchos gastos excepcionales y las dificultades económicas o los diferentes criterios de decisión en estos temas pueden incidir en un aumento de la conflictividad. Además, en estas fechas los adolescentes suelen cuestionar las tradiciones familiares de sus padres