Con posterioridad al parto, el aspecto emocional y psicológico de la mujer y del hombre, requiere unas semanas para recuperar el equilibrio. En cualquier caso, antes de reanudar las relaciones sexuales, es indispensable realizar una visita al ginecólogo, que deberá verificar si las condiciones son propicias para ello.
Estudios afirman que aproximadamente el 80% de las mujeres experimentan pequeños trastornos sexuales en los tres primeros meses después del parto, y a los seis meses todavía el 15% continua con alguna molestia. La maternidad, es una experiencia maravillosa, pero desde el punto de vista estrictamente físico, es una vivencia traumática para el cuerpo.
Razones naturales del desinterés sexual postparto
- La disminución de los estrógenos y el aumento de la prolactina, la hormona que favorece la lactancia, pueden determinar un descenso del apetito sexual y una reducción de la lubricación vaginal.
- la reorganización hormonal propia de las primeras semanas del posparto parece jugar en contra de la intimidad de la pareja, provocando momentos de tristeza, apatía y una sensación de cierta incapacidad, con respecto al nuevo papel de mamá.
- La zona del perineo también tarda un tiempo en recuperarse. Si te han hecho la episiotomía, los puntos se disolverán en unos diez días, aunque la zona puede estar sensible durante dos o tres meses más. Si has sufrido un desgarre, es probable que necesites más tiempo; algunas mujeres tardan más de seis meses en recuperarse del todo.
- El cansancio que genera, las horas sin dormir y el stress natural de cuidar a tu bebé y atenderlo lo mejor posible.
- Tú imagen física, tal vez te sientes con unos kilos de más, poco atractiva y sexy. El pecho, símbolo erótico, se convierte en «propiedad» exclusiva del bebé. El abdomen se vacía de repente y queda algo flácido. La piel también se ve un poco más apagada y el cabello no se encuentra en su mejor momento.
- La atención se centra exclusivamente en el bebé.
Consejos prácticos.
- El uso de lubricantes vaginales pueden resultar muy útiles, para compensar la sequedad vaginal que muchas mujeres experimentan en esta etapa. Se recomienda utilizar los de base hídrica o solubles en agua; los compuestos a base de vaselina se adhieren a la mucosa y pueden ocultar posibles infecciones.
- No es necesario completar el acto sexual la primera vez que te sientas sensual o excitada. Puede ser más fácil que comiencen por acariciarse y, de forma gradual, te acostumbres nuevamente al contacto sexual.
- En el momento de mantener relaciones sexuales, elige una posición que no te exija demasiada presión sobre la zona que sientas sensible.
- Si tu mayor problema es el cansancio, intenta hacer el amor, mientras tu bebé está durmiendo la siesta, de modo que no estés tan exhausta y puedas disfrutar.
- Realiza los ejercicios de Kegel, destinados a fortalecer los músculos pélvicos, para que tu vagina recupere su tono muscular.
- Aliméntate sanamente y de manera equilibrada. Toma suficiente agua, para que estés hidratada. Descansa siempre que puedas.
- Eleva tu autoestima, realizando una rutina diaria de ejercicios. Aunque sea caminar vigorosamente 40 minutos al día o mínimo 4 veces por semana, conjuntamente con una buena alimentación, te permitirá sentirte y verte muy bien.
Recomendación
Las relaciones sexuales no se refieren exclusivamente al coito. La sexualidad tiene múltiples maneras de expresión. El encuentro sexual no debe conllevar siempre ánimo de excitación y fines orgásmicos. Las caricias en manos, brazos, espalda, cabeza o en zonas consideradas no erógenas, son extremadamente gratificantes y favorecen un clima de cariño y afecto. La intimidad afectiva y sexual es compatible con la paternidad, nunca menos importante. El juego amoroso no puede desaparecer entre pañales y teteros. Es esencial mantener vivo el atractivo erótico y, para ello, hay que incluirlo en la rutina de la pareja. ¡No lo olvides!