En tiempos de sanaciones cuánticas y realidades paralelas, hablar de pensamiento positivo tiene pinta de pantalón Oxford. Pero como lo vintage está de moda, te propongo este juego que si bien no te pide que seas positivo, te invita a ignorar lo negativo. Un desafío de 7 días para ponerle humor a nuestro loro mental (con perdón de los loritos). La regla es una sola. Siempre que identifiques un pensamiento o frase negativa te paras en seco y en voz alta dices «ooole» y lo dejas pasar ignorando su estela (ahora mismo te parecerá medio ridículo, es parte del desafío).
No hablamos de emociones sino de pensamientos o comentarios. Si insiste en convencerte te lo quitas de encima como sea (yo sigo diciendo “oleee” en voz alta y moviendo la cintura -un poco de humor- hasta que siento que pasó). Si te lo encuentras de camino a una acción, digamos que vas a llevar flores a la vecina y tu mente te dice que vas a quedar en ridículo, no te detienes, avanzas esquivando al miedo como haciéndole slalom.
Puede que en algún momento sientas que es un juego demasiado inocente o bobo y que tu mente diga cosas como “eres un inconsciente sino atiendes a este miedo”, “no es un pensamiento, es una realidad”, entonces te dices a ti mismo que solo es un JUEGO que harás por 7 DIAS. Luego volverás a ser esa persona responsable y realista.
Si se te pasa un pensamiento negativo sin pescar, no pasa nada, pero si pasas un día sin jugar, debes volver a empezar y completar 7 días seguidos. Si tienes dudas sobre si un pensamiento o comentario es negativo, pásalo por el tamiz del corazón. Siente si se contrae o expande tu pecho, si te detiene o te impulsa hacia algo que deseas.
La fórmula del juego es archi-conocida. Se trata de ejercitar al observador, es decir, uno mismo viendo lo que dice y piensa, para empezar a vernos diferentes a lo observado. No somos esa voz, no somos esa emoción, no somos esa reacción. Estar vivo hace que uno desee sentir, ser, y con nuestra identidad abandonada en algún lugar de la infancia buscamos identificarnos y pertenecer a algo. Como la cabeza nos queda cerca y habla sola, nos viene bien para llenar ese hueco de sentir, de ser. El tema es que esa identidad prestada a veces nos lleva por caminos de incluso mayor vacío y confusión.
Como liberarse de los pensamientos parece reservado a unos pocos titanes del control mental, este juego no te pone a perseguir la mente, sino que te permite decidir si le haces caso. Solo son 7 días. No se lo digas a tu mente pero puede que luego quieras seguir participando.
Te ánimas a jugar? Qué te dice tu mente? Y tú?