La película “La Matrix” divulgó la ilusión de creer que somos controlados por otros. Empresarios, gobiernos, grupos secretos, mafias o laboratorios, siempre hay alguien responsable de lo que nos “pasa”. Yo creo que la Matrix existe, pero está en mi cabeza. Una mente Matrix, alimentada de percepciones, que se traducen en comportamientos y en hábitos que luego moldean una realidad, que alimentan unas creencias y así hasta el infinito y más allá. Por eso cada uno vive en un mundo lleno de realidades propias, en una Matrix particular y no tiene sentido andar discutiendo sobre cuál tiene más sentido.
Cuando asumes que eres arquitecto de tu vida, dejas de creer que las cosas te pasan. Como en el cine, empieza a ser muy divertido observar que lo que ves, viene de atrás, del proyector, de la mente. Entonces dejas de quejarte, dejas de querer cambiar la película de la pared y te haces cargo del guión. Se hace evidente que puedes dirigir tu obra y cuando empiezas a mirar hacia adentro, a ser responsable de lo que experimentas dejas de quejarte de la vida. Porque quejarse de la vida sería como quejarse de la obra, de nuestras posibilidades como diseñadores, como guionistas.
¡Me encanta la Matrix! Me dice todo el tiempo dónde estoy, y cada límite es una oportunidad de expansión. Por eso te propongo cambiar la mirada. Si algo de tu vida no te gusta, revisa tu mente Matrix, observa como eso que ves en tu vida no es casual, como todo lo que te sucede tiene un mensaje para ti, muestra algo de ti. Cuando empecé a tratarme de manera amorosa cambiaron mis vínculos, cuando reconocí que las cosas difíciles me permitían lucirme con soluciones (chan), los procesos de mi vida se simplificaron, cuando dejé de controlar tanto el éxito, me fue mejor.
Escuchar decir que todo lo que nos sucede es nuestra responsabilidad puede aterrarnos si aún estamos del lado de la interpretación donde todavía buscamos culpables o salvadores que vengan a rescatarnos. En cambio sí asumes que por esa misma responsabilidad puedes cambiar todo lo que ocurre en tu mundo, las posibilidades se expanden, recuperas el poder y tu vida es una hoja en blanco donde puedes empezar una nueva obra a cada instante. Así que en vez de quejarnos, ¿qué tal si agradecemos, aprendemos y revisamos la mente Matrix bajo la cual estamos creando? Escoge un aspecto de tu vida del que te quejas y escribe 10 cosas que puedes hacer para cambiar eso que te pasa, te sorprenderás encontrando que siempre puedes hacer algo diferente. Recuerda incluir en la lista el poder estar en paz con esa situación y abierto a aprender de todas las experiencias, incluyendo las difíciles.