Esta pregunta es de vital importancia. Debes hacértela y dirigirla a lo más profundo de tu corazón; la respuesta constituye tu especial motivación para lograrlo. Para ayudarte a descubrirla a continuación encontrarás cuatro consideraciones.
Primera consideración: Somos dueños de nuestro destino.
Tenemos control sobre nuestras vidas. En algunas ocasiones, sentimos que las personas de nuestro entorno, consiguen sus metas personales, laborales y familiares y por el contrario nosotros no lo hacemos, o sólo conseguimos algunas cosas con mucha dificultad y esfuerzo, y es allí cuando nos sentimos que no somos como los demás, o creemos que hay algo malo en nosotros mismos, o que si hubiésemos nacido en otro contexto y tuviésemos otros bienes o medios, lo lograríamos. Ahora bien, iniciamos nuestro camino hacia nuestra valoración personal y en consecuencia hacia nuestro bienestar, cuando dejamos de culparnos y culpar al entorno de lo que nos pasa y aceptamos la responsabilidad de nuestra realidad, que no es otra cosa, que el reflejo de nosotros mismos; de nuestros pensamientos, creencias, actitudes y elecciones. Sin lugar a dudas, el primer paso hacia el cumplimiento de nuestros sueños es ELEVAR nuestro AMOR PROPIO, partiendo de conocernos, amarnos, aprobarnos y aceptarnos.
“No puedes reclamar lo que es tuyo si vives convencido de que eres un mendigo y que nada te pertenece”. Oscho.
Segunda consideración: Tu presente es el resultado de todas tus experiencias en el pasado.
Ley de Causa y Efecto. Los momentos y experiencias pasadas han ido moldeando tu autoimagen actual, que es producto de creencias y aprendizajes que has adquirido desde tu infancia, en cuyo proceso han influido tus padres, familiares, maestros, compañeros de clases, amigos, parejas, en fin; todo lo que ha constituido tu entorno familiar, personal y laboral. El problema lo constituye el hecho de que en muchos casos, gran cantidad de esas experiencias no han sido satisfactorias y al pasar de los años, se produce una acumulación de recuerdos negativos que además, de convertirse en una pesada carga, producen estancamiento en nuestras vidas, ya que empezamos a creer que no merecemos que nos sucedan cosas buenas. En efecto, en todos los ámbitos de nuestras vidas nos sentimos indignos y allí comienza la pesadilla. Lo que debes hacer es ir a la raíz del problema y elevar tu amor propio con los tips, recomendaciones y ejercicios que te ofrecemos aquí en www.tuestima.com
“El presente sólo se forma del pasado y lo que se muestra en el efecto, estaba ya en la causa”. Henri Bergson.
Tercera consideración: No podemos evadir la Ley de Atracción en nuestras relaciones humanas.
Los seres humanos nos atraemos por energía. Somos energía. Vivimos en un mundo de causas y efectos, nada se manifiesta por sí solo. Si hacemos una pequeña revisión de nuestro pasado, es inevitable que observemos que muchas situaciones se repiten; puede ser, parejas que nos maltratan o no nos valoran, jefes que no nos tratan como merecemos, relaciones laborales en las cuales nos explotan, amigos que se aprovechan de nosotros, en fin, un sin número de situaciones que hemos atraído a nuestras vidas y que se repetirán tantas veces, hasta que despertemos de nuestro letargo y aprendamos la lección. ¿Qué nos están gritando estás experiencias? Fácil. Que nuestra autoestima está por el suelo. Hazte la pregunta ¿Qué han venido a mostrarme esas personas? Metafóricamente es una cuestión de olor. ¿Qué estamos emanando? Esas personas vienen a mostrarnos lo que tenemos que trabajar en nosotros mismos. Si no aprendemos la lección, se seguirá repitiendo. El aprendizaje es eleva tu amor propio.
No olvides, el pensamiento predominante o la actitud mental es un imán, y lo semejante atrae lo semejante.
Cuarta consideración: Cuando una persona cambia. Todo cambia.
Cambia su entorno emocional y afectivo, con gente que se acerca y gente que se aleja. Sólo tú puedes hacer el cambio. La imagen que tienes de ti mismo es solo una imagen, puedes cambiarla trabajando en ella. Nadie puede hacerlo por ti. De hecho, los demás están ocupados resolviendo sus problemas, trabajando sus inseguridades y ocupándose de sus propias vidas. Tienes que creer en ti, para luego empezar a crear. De lo contrario dejarás de soñar, dejarás de vivir y empezarás a conformarte con lo que te “toca” vivir.
“Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia.” Honoré de Balzac.