La autoestima es el conjunto de creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, a veces con alta autoestima y otras veces baja autoestima. En algunas oportunidades nos queremos y en otras nos odiamos. Es normal que se presenten variaciones en nuestra estima, pero lo importante es que la mayor parte del tiempo esté en alta.
- Haces una evaluación sobre ti mismo, tu imagen, como te ves, tus desempeños, tus resultados obtenidos y que eres capaz de obtener.
- Proyectas esa misma imagen, actúas de acuerdo con esta evaluación, empiezas a ver que lo que piensas se vuelve realidad.
No siempre es real la evaluación que haces sobre ti mismo. A veces la aumentas pero la mayoría de las veces la disminuyes, cuanto tienes autoestima baja. Si lo crees, lo proyectas y lo obtienes. Así es la dinámica de la autoestima. Si crees que eres inferior de la misma forma te comportarás.
Todas aquellas cualidades, capacidades, modos de pensar o de sentir que nos atribuimos, conforman nuestra “imagen personal” o “autoimagen” o «autoconocimiento». La autoestima es el análisis y valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones, percepciones y experiencias que hemos ido teniendo a lo largo de la vida. Nos sentimos listos o tontos, capaces o incapaces, nos gustamos o no.
Algunas características de la dinámica autoestima:
- La autoestima se configura gradualmente y se refuerza con nuestros pensamientos y actuaciones. Pensamos positivo, obtenemos un excelente resultado, reforzamos la autoestima alta.
- La autoestima alta es la disposición para enfrentarnos con confianza ante la vida y los retos que se presentan.
- Es el valor que nos damos, la capacidad que sentimos, la aptitud y destreza que creemos tener para realizar las diferentes tareas.
- Estableces comparaciones con los demás, para elevar o disminuir tu autoestima, porque nos gusta competir y establecer mediciones.
- Las influencias externas positivas y negativas también contribuyen en la configuración de la autoestima. En especial los padres, profesores y jefes, todo aquel con poder de influencia en nuestra vida.
- Las derrotas refuerzan el sentimiento de frustración y baja autoestima, por lo que debemos acudir a nuestros recuerdos positivos y triunfos pasados, para revertir esta sensación de debilidad.
- La visualización del futuro optimista refuerza el sentimiento de logro y alta autoestima. Así que a soñar mucho con optimismo y visualizar el éxito.
Según la psicología todas las personas son capaces de desarrollar la autoestima alta.