Sea que el divorcio haya sido tu decisión o no, cuando se dicen las palabras “Quiero el divorcio”, el fin de un sueño que llevó años de intentos y construcción se termina, y la sensación de confusión y desolación es grande. Luego, viene una etapa más estable, donde comenzamos a reconstruir nuestra vida y reencontrarnos con nosotros mismos.
Lógicamente, a medida que esta etapa se va consolidando, comenzamos a relacionarnos con las demás personas de una manera más auténtica y relajada, lo cual, a veces, nos lleva a tener ganas de conocer a alguien nuevamente, de sentir amor.
Empezar a salir con alguien luego de un divorcio, a veces resulta algo complejo, a continuación algunas reflexiones:
-Una persona que no confíe en sí mismo y no se valore, no podrá elegir adecuadamente con quien salir y por qué salir con esas personas. Muy probablemente se lanzará a los brazos de personas inadecuadas, sin analizar realmente si esa persona le interesa o simplemente está llenando el vacío de la soledad. Por el contrario, una persona que goza de una sana autoestima, comenzará a elegir con quien salir de una manera más equilibrada y ajustada a sus gustos e intereses. Lo aconsejable es vivir nuestro duelo, sanar nuestras heridas y trabajar nuestra autoestima antes de iniciar nuevas relaciones.
-Los prejuicios sobre cuánto debemos esperar para conocer a otra persona son tonterías. Sólo tú sabrás si estás preparado o no. En principio, necesitas asumir que el matrimonio realmente ha terminado. Si tienes hijos, debes ser cuidadoso para no dañarlos. Esto es muy importante. Debes respetar lo que tus hijos están viviendo. Pregúntate si realmente estás tan preparado para salir con otras personas. Conócete a ti mismo primero, luego toma la decisión.
-Salir con otras personas mientras aun te encuentras en proceso de divorcio no es bueno ni recomendado. No solo desde la perspectiva legal, sino desde la perspectiva psicológica. Es muy dañino, no sólo para tu ex pareja, sino para ti mismo. No olvides que los divorcios tienen muchas causas, y en muchas de ellas, tú serás el culpable, ya que el matrimonio es de a dos, y ambos han aportado sus inconvenientes. Es por esto que primero deberías analizar cuáles son las conductas que han dañado al otro, que han hecho que tu matrimonio acabe. Si no lo haces, no sólo estarás negando la realidad, sino que arrastrarás estos mismos problemas con quien sea que te relaciones.
Volver a creer en el amor es algo difícil, sin embargo, el amor existirá si tú te lo propones. Llegará a ti cuando menos lo esperes. Asegúrate de estar preparado para ello, asume tus responsabilidades y tus actitudes, intenta mejorar y entender qué paso. De esta manera, cuando el amor real llegue, tú habrás sanado por fuera y por dentro y podrás ofrecer una mejor persona de la que anteriormente eras.