“Las 50 Sombras de Grey”. El fenómeno literario que encabeza la lista de Best sellers con más de 30 millones de copias vendidas en todo el mundo, en tiempo récord y compite con ventaja para adjudicarse el premio al libro del año en el Reino Unido. Es el primer libro de una trilogía erótica que narra la historia de una joven estudiante que cae rendida a los pies de un complicado millonario que la inicia en el sexo a través de disciplina, sumisión y sadomasoquismo.
Su autora, la británica Erika Leonard James, en una entrevista reciente dijo que “A las mujeres les gustan las fantasías sexuales porque la parte más erótica de su cuerpo está dentro de su cabeza”. El segundo y tercer libro se titulan “Cincuenta Sombras Más Oscuras” y “Cincuenta Sombras Liberadas”. Se ha anunciado la versión cinematográfica basada en esta trilogía.
¿En qué radica el éxito de una trilogía escrita por una debutante en la literatura?¿Por qué millones de personas en el mundo, han comprado los tres tomos de “Cincuenta Sombras de Grey»?. La respuesta podría estar, para algunos, en una mezcla perfecta entre romanticismo y erotismo, delineado metódicamente por el psicoanálisis, el mercadeo y la identificación que genera en el lector. En la historia, una joven virgen e inocente, vendedora en una ferretería (Anastasia), es cortejada, por un hombre atractivo, inteligente, trabajador, exitoso, filántropo y millonario (Grey) que le promete aventuras inimaginadas.
La trilogía avala una redefinición de los límites sexuales – el juego sado-, y he aquí el punto focal del asunto. Para algunos psicoanalistas “el libro parece reivindicar a la pareja, de matrimonio”; al firmarse de alguna manera, un contrato sexual en la que se establecen las condiciones de la relación, sobre lo que está permitido y lo que no. Se acuerda una monogamia entre las partes, cuya única atadura es el placer.
Por su parte, otros estudios y artículos realizan una fuerte crítica hacia la trilogía en referencia, entre ellos el publicado en la revista “‘Journal of Women’s Health”, la publicación oficial de la Academia de la Salud de la Mujer y la Sociedad para la investigación en este campo en EEUU. Que concluye que los comportamientos descritos en el exitoso libro, reflejan que “las interacciones de la pareja son emocionalmente abusivas, caracterizadas por el acoso, la intimidación y el aislamiento”. Asimismo, dicha obra, contribuye a perpetuar el problema de violencia de género. «Nuestro análisis identificó patrones de la obra que reflejan de forma omnipresente la violencia en la pareja. El abuso emocional está presente en casi todas las interacciones”.
Asimismo, encontramos en la web: http://www.upsocl.com/mujer/una-carta-a-mis-hijos-acerca-de-50-sombras-de-grey/. La publicación de una comunicación denominada “Una carta a mis hijos acerca de 50 Sombras de Grey”, escrita, por Michelle Lewsen para Scary Mommy, que nos pareció interesante compartirla con ustedes.
“Mis adorables niños, esta noche sucumbí a la presión social (exactamente lo que siempre les advierto que no hagan) y fui con un grupo de amigas a ver 50 Sombras de Grey. No le hice caso a la pequeña voz en mi cabeza que imploraba que no lo hiciera. Porque, después de todo, es sólo una tonta película, ¿no?. Bueno, me gustaría haberle hecho caso porque tenía razón. Por otro lado, lo bueno de haber ido es que ahora tengo estas palabras para ustedes. Un día, en un futuro no muy lejano, voy a parpadear cuando me dé cuenta de que son lo suficientemente grandes como para ver películas como 50 Sombras de Grey. Tengo que aceptar la dura realidad que sus ojos y sus pensamientos van a ver esta tontería tarde o temprano.
Escribo esto para cuando llegue ese día, reconozcan a esta película como lo que es, en lugar de lo que pretende ser. Permítanme comenzar diciendo lo que 50 Sombras de Grey no es: No es una historia de amor. Se hace un trabajo bastante convincente para aparentar que lo es, pero por favor, créanme cuando les digo que el amor ni siquiera tiene una breve aparición en esta película. Tampoco es un cuento de hadas romántico con un poco de malicia inofensiva espolvoreada por encima. De hecho, el romance brilla por su ausencia. En esta pieza ‘inofensiva’ de Hollywood, un hombre guapo, rico y con experiencia utiliza su poder para seducir y manipular a una joven estudiante inocente para hacer un montón de cosas que son muy incómodas.
Es una película sobre los deseos sexuales de control y violencia de un hombre narcisista y que se cree con el derecho de usar y abusar del cuerpo y la mente de una mujer joven y vulnerable como herramientas para su propia gratificación. Todo gira en torno a sus necesidades, junto con la expectativa arrogante que ella debe cumplir, a pesar de su incomodidad, para complacerlo. Me senté en el cine y miré a mí alrededor a cientos de mujeres comprando esta “historia de amor sexy” y me sentí enferma. Si todo un cine lleno de mujeres no era capaz de ver lo perjudicial que es esta línea argumental, ¿cómo diablos se supone que lo hagan las niñas y los adolescentes?
Por favor, mis hijas, no permitan que esta idealización sexual las engañe sobre el abuso doméstico, creyendo que deben permitir ser tratadas como Anastasia Steele. Por favor, hijo mío, no veas esto un día y creas que está bien intimidar, manipular o faltarle el respeto a una mujer como el “héroe” Christian Grey. Nadie, hombre o mujer, quiere o merece ser manipulado o tratado de manera sexual en contra de sus deseos. Espero que, cuando llegue el día en que hayan crecido lo suficiente como para estar en una relación, entiendan que lo que sucede detrás de las puertas del dormitorio siempre debe ser placentero para ambos, independientemente de sus gustos. Espero que entiendan que el consentimiento dado por la fuerza no es consentimiento para nada. Espero que exijan respeto y que entreguen respeto a cambio.
Esta noche, salí del cine sintiéndome aterrorizada y un poco triste por su generación. Si esta es la película en la que basan sus ideales de amor y romance, entonces tengo que dejar algunas cosas muy claras y espero que estén escuchando. Si alguien quiere estar con ustedes, aparecer en sus trabajos sin avisar y actuar de forma posesiva cuando un compañero de trabajo les habla NO es romántico. Es espeluznante. Si las sigue cuando salen a bailar y las lleva a su hotel cuando están demasiado borrachas como para tomar una decisión racional, y luego las desviste y las pone en su cama, eso no es ser protector. Es acoso. De hecho, acoso es sólo el comienzo de lo que en realidad es.
Si aparece en el interior de su apartamento sin haber sido invitado, no es romántico. Es allanamiento de morada. Si le dicen que no están interesadas y le piden que se vaya y él responde atándolas a la cama, teniendo sexo violento con ustedes incluso cuando en repetidas ocasiones dijeron que “no”, a la vez que amenaza con empeorar las cosas si hacen ruido, eso no es pasión. Es abuso.
Si vende sus vehículos y les compra uno nuevo sin su permiso “para sorprenderlas”, no es romántico. Es robo y manipulación. Si él controla sus llamadas telefónicas, él no está enamorado de ustedes. Él está abusando y controlándolas. Si las golpea con un cinturón de cuero mientras que lloran, porque eso es lo que le da placer y les pide que lo hagan a pesar de su dolor, porque así se excita y luego se hace la víctima explicando todo, no hay banda sonora en el mundo que pueda acallar esa voz en sus cabeza que grita que el amor y el romance nunca estuvieron presentes en esta película y nunca lo estarán. Hijos míos, esta película me preocupa mucho, y tengo la experiencia de la vida de mi lado. Me estremezco al pensar que van a crecer con historias como esta modelando sus relaciones y que piensen que son algo “normal”.
Por favor, mis preciosos hijos, tengan claro esto: El amor es suave. El amor nunca toma. El amor no exige. El amor es consentimiento mutuo. El amor no necesita paseos en helicóptero y regalos caros. El amor es suficiente. Cuando hay amor, la voz en sus cabezas no grita. Porque no hay motivo. Hijos míos, por favor háganme caso, y, si deciden no hacerlo, entonces escuchen a la voz en sus cabezas. Con abundante amor, Mama”.
¡A reflexionar y tomar nuestras propias conclusiones!