Las personas sentimos muchas veces que solo tenemos libertad cuando estamos solos, podemos ir y venir sin rendirle cuentas a nadie, gastar en lo que queramos, etc. Pero el hecho de estar solos gozando de esa libertad nos quita el placer de compartir la vida con una pareja y eso lo añoramos, lo necesitamos, queremos dar y recibir amor, sin embargo, cuando estamos dentro de relaciones, a veces, sentimos que nos quitan libertad, que nos cargan, que nos pesan y en los peores casos que nos ahogan. Entonces el asunto es, como puedo gozar de mi libertad y a la vez gozar de los beneficios de una relación de amor, de compañía y de apoyo mutuo.
Tuve el honor de conocer personalmente al maestro Bob Mandel, dándonos un taller sobre este tema, él nos dijo, que nadie puede darte tu libertad fuera de ti mismo, y tampoco quitártela. En países dictatoriales hay gente libre y en países que gozan de todas las libertades legales, de democracia, hay gente atrapada y que no se siente libre. Solo tú puedes sentirte libre, tomar tu libertad, tu mente es libre. Citó el ejemplo de Nelson Mandela, 20 años preso en una pequeña celda, y sin embargo, su mente era libre, solo soñaba en libertad, su afirmación era “Yo soy el amo de mi destino y el capitán de mi alma” … Y lo demás es historia.
El secreto de la libertad es el coraje. Si no estás dispuesto a cometer errores no eres libre. La libertad son las alas del amor, sin la libertad el amor no puede volar. Aquello a lo que te aferras es algo que piensas que necesitas y tú no tienes, y eso es lo que te mantiene prisionero.
Tanto si estás desarrollando el papel de víctima, del necesitado, del que no puede vivir sin el otro en una relación, como si desempeñas el papel del controlador, del que quiere sentirse indispensable; en ambos casos ninguno es libre, ni el controlado, ni el controlador.
Si vives en miedo, no vives en amor. Si tienes miedo de dejar libre a tu pareja y lo celas de manera obsesiva es porque temes que no vuelva, vives en miedo, no en amor.
Yo quiero estar con alguien que quiera estar conmigo, libremente, yo no puedo retener a nadie. Todos deseamos tener en pareja un romance apasionado y eterno, pues la llave de esto es el respeto a la libertad del otro, has lo que quieras hacer y asume la responsabilidad de las consecuencias, eso es madurez.
Libertad es asumir la responsabilidad de mis resultados.
Es el compromiso conmigo mismo y con mi pareja sin sacrificios. Compromiso es escoger al 100%. Si yo elijo algo al 100% estoy comprometido con eso, no hay sacrificio, yo lo elegí.
Si te comportas de manera servil o excesivamente complaciente en una relación, esto no es pareja y surgen conflictos porque no hay libertad sino sumisión. Lo primero es entonces, admitir el problema, luego averiguar porque soy adicto a eso (revisar el pasado) y luego realizar acciones positivas para cambiar ese hábito. El Poder está dentro de ti. Es una elección vivir en paz o en conflicto.
En una relación debe existir libertad y verdad, la libertad son las alas que nos permiten volar hacia nuestros sueños en común y la verdad es la tierra, la decisión de estar presentes el uno para el otro en amor aquí y ahora.
Sanarme yo y apoyar al otro, crecer juntos es el objetivo de una relación, reconocerme y reconocer al otro. Somos un equipo, no contrincantes, si nos comprometemos con el equipo los dos ganamos.
La pregunta correcta es, ¿qué es lo que esta pareja necesita? No yo, NOSOTROS. Y trabajar ambos, unidos para eso. “Yo soy libre para ser yo mismo dentro de una relación de pareja” esa es la clave de la LIBERTAD.
Rosa de Vincentis