Muchos de los que lean este artículo entrarán en una dualidad puesto que sentimos que en realidad el placer está es en las vacaciones, salir, pasear, divertirnos, conocer nuevos lugares, la playa, la montaña, sin horarios, levantarnos tarde; solo entregados al no hacer, sino a experimentarnos y a sentirnos rico; sin embargo, creo que a todos nos pasa, que podemos estar en el lugar más hermoso del mundo, en un hotel con una cama espectacular y llega un momento que extrañas tu camita, tu comida casera, a los que viven contigo, a tus amigos, es decir, nos da la nostalgia de volver y es allí donde al regresar también sentimos un gran placer de lo cotidiano, de las cosas sencillas del día a día y dentro de ese placer, a los que estudiamos nos encanta volver a clases, pues nos encanta la carrera o el postgrado o el curso que hemos elegido y queremos seguir aprendiendo, tenemos sed de conocimiento, también nos encanta volver a compartir con los compañeros, los profesores, etc.
Igual les sucede a muchos jóvenes con el colegio, les encanta el olor a los libros y los cuadernos nuevos, la emoción de forrarlos, de hacerle sus portadas, de volver con sus compañeros, la emoción de saber si me tocara en la misma sesión de mis amigos, que profesores tendré, que nuevos compañeros conoceré.
Pero también hay muchos jóvenes que por el contrario, se muestran molestos de volver a clases, de tener que levantarse temprano, no quieren estudiar y esto para nosotros los padres es una doble lucha, sentimos que se genera un gran caos en casa desde que nos levantamos es una gritería de párate, es tarde, apúrate, el chamo o la chama negado, obstinado, finalmente después de gritos o empujones logramos salir de casa, muchas veces tarde, la corredera, el tráfico, el chamo dormido en el carro, llegamos al colegio, vuélvelo a despertar, corremos a nuestro trabajo, el estrés, los conflictos laborales y de regreso a casa, la lucha con las tareas ,los jóvenes que les fastidia hacerlas, el baño, la comida, la lucha para que se acuesten temprano para garantizarnos que al día siguiente la cosa sea mejor…
STOP!!! ¡¡Que horrible!! ¿Cómo parar esta película? ¿A quién le va a dar placer todo esto?
Para evitar que nos suceda lo indicado, es importante generar previamente un plan de acción adecuado a la edad de tus hijos, ya que no es igual un niño a un adolescente, para esto es bueno asesorarte con un terapeuta, pues además estudiará el caso en particular de la familia, sin embargo, en términos generales te puedo indicar algunos tips para apoyarte a que ese inicio a clases sea mucho más placentero para todos los miembros de la familia.
- Papá y mamá tienen que revisar sus propias experiencias de regreso a clase en su niñez, pues lo que tenemos grabado en el subconsciente es lo que repetimos inconscientemente, es decir, si cuando tus eras niñ@ era una gritadera y un conflicto ir al colegio, tu tendencia va a ser crear la misma situación. Esto hay que sanarlo primero con perdones y cambios de creencias y conductas para que puedas crear ahora algo diferente.
- Una semana antes del comienzo a clases, generar la conciencia en tus hijos de la importancia de acostarse más temprano para despertarnos con más energía, pues el cuerpo en esas edades necesita al menos, 8 horas de sueño para recuperar energía.
- Tener reuniones familiares y conversaciones individuales con cada uno de tus hijos, para reflexionar de la importancia de estudiar, de los beneficios que ellos piensan que le da prepararse, de cuál es la causa real de su resistencia al colegio, a veces es el ambiente, una maestra, algún compañero, identificar la razón y apoyarlos a encontrar la solución.
- Generar juntos un plan de acción en el cual cada miembro de la familia se comprometa a ayudar en el proceso diario, es decir, uno prepara el desayuno, otra friega, otra bota la basura, hacer un equipo, donde cada uno haga lo que mejor sabe hacer, para que sea más placentero para todos y así empezar el día más feliz cada uno, esto les garantiza el éxito y los hará sentirse satisfechos de sí mismos.
Espero que estos consejos los apoyen a sentir Placer de Regresar a Clases, para que así se garanticen el éxito como familia, que se traduce en éxito individual, que no es más que sentirnos felices y satisfechos de nosotros mismos y ver a nuestros hijos lograr sus sueños.
Rosa De Vincentis