Deseamos que nuestros hijos confíen en sí mismos, se quieran y valoren, a fin de que desplieguen todo su potencial y sean felices. Para ello, es vital que desarrollen una sana autoestima.
Como padres jugamos un papel determinante en la formación y desarrollo de una sana autoestima y dado que la misma se construye diariamente a través de las relaciones personales de aceptación y confianza, a continuación comparto contigo estas frases que encontré en una de mis lecturas y me parecieron realmente útiles. Incluso están divididas por área de influencia, te invito a ponerlas en práctica.
Área colaboración
Gracias por tu ayuda.
Lo que has hecho ha sido muy importante para mí.
Yo no lo habría hecho así, pero está perfecto.
Yo no lo veo de la misma manera. Dime por qué piensas de esa forma.
Tómate tu tiempo para hacerlo.
Seguro que entre los dos es más fácil.
Sé que hiciste un gran esfuerzo, por eso te lo agradezco mucho más.
Área competencia
Mira lo que has conseguido. ¡Es fantástico!
Te está costando un poco, pero lo estás haciendo muy bien.
Parece que disfrutas mucho haciendo eso. Excelente!
Te está saliendo muy bien. Sigue así.
Es cierto que puedes mejorarlo. Sigue practicando y lo conseguirás.
No me ha gustado lo que has hecho. Sé que lo puedes hacer mejor.
Por supuesto que puedes mejorar. Puedes dar mucho más de ti.
Área iniciativa
Tu esfuerzo ha valido la pena.
Estoy segura de tu talento. ¡Atrévete!
¡Mira lo lejos que has llegado!
Fíjate en el error e inténtalo de nuevo. Seguro que ahora es más fácil.
Me gustan tus ideas.
Seguro que encuentras una solución mejor.
Inténtalo, no importa si lo consigues o no. Todos nos equivocamos y así aprendemos.
Área comunicación
No opino lo mismo que tú pero te agradezco que me lo digas.
Dime cuál es tu opinión. Me interesa.
¿Qué te parece?
Esa es una maravillosa observación. Gracias.
Esa pregunta es muy interesante.
Me gusta que me preguntes cosas.
Área identidad
Me gusta cómo eres.
Te quiero, te quiero, te quiero.
Espero que estés orgullosa/o de ti mismo, yo lo estoy.
Me gustas cuando sonríes.
Me encanta tu compañía.
No te compares con nadie. No hay nadie como tú.
No podemos ser buenos en todo. Por eso tenemos nuestros talentos especiales.
Eres especial, recuerda que cada quien brilla con luz propia.
Área responsabilidad
Sé que puedo confiar en ti.
Me has demostrado ser responsable.
Equivocarse no es malo. Te enseña a mejorar.
Toma una decisión. Confía en ti mismo.
Todos cometemos errores, lo importante es aprender de ellos y continuar.
Cabe resaltar, a modo de recomendación que cuando reclames algo a tus hijos o los regañes, siempre debes referirte exclusivamente al hecho, nunca debes atacar su personalidad o características personales. “No está bien que rompas tus juguetes”. Es muy distinto, a decirle “Eres un destructor”. No es sano colocarle etiquetas, que en muchos casos el niño termina asumiendo como ciertas, sin serlo.