Podemos ser “exitosos”, según los parámetros socialmente aceptados, y sentirnos realmente infelices. Asimismo, podemos sentirnos felices, en armonía con nuestra vida y socialmente ser calificados como personas poco exitosas.
El termino éxito tiende a ser asociado al ámbito laboral, pero podemos ser exitosos en cualquier área de nuestra vida, tarea o rol. Éxito se asocia a triunfo – victoria, a cumplimiento de meta u objetivo y, a nivel de status social. Representa lo opuesto al fracaso.
Se vincula a un resultado más que al proceso de disfrutar momento a momento lo que hacemos. Creando en muchos casos una carga pesada de stress, desgaste físico y mental.
Entonces, cabría preguntarnos: ¿qué significa éxito para cada uno de nosotros? La respuesta debe originarse en nuestro corazón, bajo la premisa de que la felicidad o sensación de bienestar es lo que debería importarnos, no lo que califique como “exitoso”, nuestro entorno familiar y/o social.
Por otra parte, como expresa el afamado motivador Carlos Fraga “nos enseñaron a ser buenos y no felices”, por ello, en muchos casos vivimos enfocados en complacer a los demás, antes que a nosotros. Cuando lo sano sería empezar por amarnos y cuidarnos a nosotros mismos para poder hacerlo con los demás. “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Por lo general, partimos del principio según el cual, éxito y felicidad son lo mismo. Pero no siempre lo es. A veces, buscando desesperadamente el éxito, perdemos la felicidad. Me atrevo a pensar que en esta materia como en todo en nuestra vida, el principio que priva es el equilibrio. Por cierto, nada fácil.
Independientemente de tu definición personal de éxito, por lo general lo que nos gusta hacer y nos llena de goce, es lo que nos lleva al triunfo. Porque en ese espacio, nos apasionamos y nos convertimos en uno con lo que hacemos.
La felicidad es ese estado mental en el que nos sentimos plenos, realizados, y satisfechos con la vida que llevamos. Conscientes de nuestros defectos y de los errores que cometemos, pero alineados y enfocados cada día, con la idea de cumplir todos nuestros sueños, a pesar de los obstáculos que se presenten.
El éxito puede darnos grandes satisfacciones, pero lo realmente importante es estar claros con lo que este término significa para cada uno de nosotros y que grado de felicidad nos va a proporcionar.
Depende en gran parte de una sana autoestima y actitud positiva. Nuestra confianza y fe en nosotros mismos, es determinante para lograr nuestras metas y objetivos.
Puntos a considerar:
- Reconoce que para ser exitoso necesitas ayuda.
- Celebra tus logros por muy pequeños que parezcan. Serás una persona más feliz si disfrutas cada etapa del camino.
- Suelta el pasado. Los errores son parte necesaria para alcanzar el éxito.
- Valora, acepta y agradece todo lo que eres, tienes y forma parte de tu vida.
- Define tus propósitos y delimita tus objetivos, luego fija la estrategia.
- Divide tus objetivos y metas.
- Nunca te rindas. Insistir, persistir, resistir y no desistir son puntos vitales de todo emprendimiento.
- Busca nuevas experiencias y déjate fluir.
- Abandona tus expectativas.
- Visualiza tu éxito.