Nuestras vivencias han sido interpretadas y asimiladas en nosotros, pudiendo transformarse en creencias, en especial durante las primeras etapas de la vida y, luego vamos por la vida con ese cumulo de creencias que no solemos cuestionar, independientemente de si nos suman o nos restan paz y bienestar en nuestras vidas.
“Si crees que eres un perdedor, no intentarás ganar. Te dirás: “¿Para qué intentarlo? Yo no puedo ganar” o “Esto no es para mí” o “No valgo nada”.» Walter Riso.
Solemos resistirnos al cambio y quedarnos en lo conocido, la llamada zona de confort o conocida, porque es allí donde nos movemos y por ende nos resulta familiar, por lo que si deseamos cambiar se requerirá voluntad, perseverancia y esfuerzo para lograrlo.
¿Cómo piensas? ¿Cuáles son tus creencias? ¿Cuáles son tus hábitos y tus rasgos de carácter? ¿Cómo te sientes realmente con respecto a ti mismo? ¿Qué grado de confianza tienes en ti mismo? ¿Cómo te relacionas con los demás? ¿Cuánto confías en los demás?
¿Sientes verdaderamente que mereces ser feliz? ¿Cuál es tu actitud para actuar a pesar del miedo, a pesar de la preocupación, a pesar de los inconvenientes, a pesar de las molestias? ¿Eres capaz de actuar cuando no estás de humor?
Si quieres cambiar los frutos tendrás que modificar primero las raíces.
Quiero en este artículo presentarte una serie de técnicas que si te esfuerzas en aplicar y lo haces además de forma consistente, te serán de gran ayuda para la construcción de una autoestima poderosa, esa que proviene de adentro y no se tambalea por fuerzas externas, donde serás capaz de amarte sin que por ello menosprecies a los demás (no hablamos de ego narcisista).
La autocrítica
El principio base es que la crítica constructiva siempre suma y la destructiva hace lo que su nombre indica, pero no es solo la calidad de la crítica lo que importa, sino también la recurrencia, si constantemente te estás criticando, el destino final o resultado será afectar negativamente la valoración que tienes sobre ti, de esta manera el estar en una revisión constante y cruda va a traerte insatisfacción porque se aleja de la aceptación de lo que eres y te producirá una gran inseguridad.
Las etiquetas
Es terrible la práctica de establecer etiquetas o darle validez a las que otros dicen sobre ti, porque una conducta en un momento determinado no te define. No es lo mismo decir por ejemplo, no estudié suficiente para ese examen y reprobé a decir soy un bruto o un incapaz.
Límites
El establecer límites es un paso muy importante para nuestra autoestima ya que se vincula con el cuidado y respeto con nosotros mismos, y por lo tanto con la capacidad de establecer esa línea amarilla que los demás no deben pasar ya que de hacerlo afectaría nuestro bienestar.
Poner límites no es ser grosero porque en ningún momento se plantea hacerlo irrespetando al otro sino por el contrario, se establecen dentro del más profundo respeto hacia ambas partes. Y, cuando hablamos de límites hay que tener presente que estos son bidireccionales, por lo que aquí aplica la frase: “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”.
- Aprende a decir no, en forma amable pero decidida, la idea no es ser grosero pero si firme.
- Cuando identifiques la necesidad de establecer un límite, hazlo con claridad, calma, firmeza y respeto.
- Hay que recordar que no somos responsables de la reacción de las otras personas, pero sí somos responsables de comunicar donde están nuestros límites de una forma respetuosa. Si a las personas les molesta, es su problema, no el nuestro.
- Al principio, es probable que te sientas egoísta (sobre todo cuando sea el caso de decir no), culpable o avergonzado. Hazlo de todos modos, como he dicho anteriormente, como seres humanos tenemos el derecho a cuidar de nosotros mismos y a decidir cómo ser tratados.
- El establecimiento de límites requiere práctica y determinación. Si nunca lo has hecho comienza con pequeños pasos y ve avanzando.
- Cuando sientas que te han hecho daño es momento también de comunicarlo en forma asertiva es probable que necesitemos establecer algún límite.
- Un excelente límite a establecer en la vida es no permitir la entrada de personas tóxicas.
El afán de ser perfecto
El establecimiento de estándares de perfección son dagas punzantes que te llevarán a estar en una constante insatisfacción contigo mismo, de hecho es un ideal desproporcionado porque nadie es perfecto. La felicidad no se encuentra en ser perfecto sino en el intentar lograr lo que queremos con perseverancia y con disfrute asociado, es decir, la felicidad no está en el destino sino en el viaje. ¡Por favor, no te coloques metas inalcanzables! Exígete a ti mismo de acuerdo con tus posibilidades y capacidades reales. Aprende a perdonarte, a no juzgarte y menos aún a tenerte lástima.
Entender que la vida tiene matices
No existe solo el blanco y el negro, la vida no se trata de polos opuestos sino que está repleta de matices, porque no vivimos dentro de términos absolutos, ni en extremos, de modo que cuando decides vivir la vida de esta manera tan drástica, dejas de percibir la complejidad y la simplicidad del ser, de la vida.
Trata de ser más flexible contigo mismo y con los demás y soltar el control, mientras más pronto entiendas que la vida es lo que es y no lo que quisieras que fuera, será mejor, entonces ¿tiene sentido ser inflexible o intentar controlar?, mientras más te cueste asimilar esto mayor estrés y baja tolerancia a la frustración tendrás.
Lleva un registro
Sé más benigno con tus acciones. Afortunadamente no eres perfecto ni eres tampoco tan horrible, aunque te empeñes en serlo. No te insultes ni te faltes al respeto. Lleva un registro sobre tus autoevaluaciones negativas, detecta cuáles son justas, moderadas y objetivas, y cuáles no; y si descubres que el léxico que usas para ti mismo es ofensivo, cámbialo y busca calificativos más constructivos y respetuosos respecto de tu persona.
Corporalidad
Observa tu lenguaje corporal, tu cuerpo es influenciado por sus pensamientos y viceversa. Aunque no digamos ninguna palabra el lenguaje corporal refleja lo que sentimos dentro de nosotros mismos. Una manera de mejorar su autoestima es modificando tu lenguaje corporal.
Las personas con alta autoestima presentan los siguientes rasgos:
- Cabeza alta
- Espalda derecha
- Movimientos son calmos y seguros
Una manera de mejorar tu autoestima es modificando tu lenguaje corporal de la siguiente manera:
- Siempre siéntate con la espalda derecha.
- Pon una sonrisa en tu rostro.
- Haz contacto directo con los ojos de la persona que tienes enfrente.
- Mantén tu cuerpo relajado, evita cruzar y descruzar las piernas.
- Evita juguetear con algo que tenga en sus manos para evitar gestos que implican nerviosismo.
- Siempre mantén la mirada hacia adelante demostrando confianza en ti mismo.
Enamórate de ti
Decide enamorarte de ti cada día como si fuera la primera vez. Aceptar la belleza sin compararla con los cánones aceptados. Lo importante, entonces, no es ser bello o bella, sino gustarse a uno mismo. La belleza es una actitud: si te sientes lindo o linda, lo eres, y eso transmitirás a los demás. Tu autoimagen la transmites a otros y recuerda que no solo eres piel y huesos, la belleza va más allá.
Recompénsate
Date refuerzo, recompénsate, trabaja el yo merezco. Aprende a encontrar magia en tu día a día. Permítete sentir Puedes sentir lo que se te dé la gana, si no violas los derechos de las otras personas, si no te hace daño y si eso te hace feliz