Desde niña tuve el sueño de tener una relación de pareja hermosa, una familia bonita y hoy lo vivo. Recién celebro mis 23 años de una unión maravillosa y quiero compartirte cómo fue que logré conseguir hacer realidad lo que más quería. Quiero que sepas que tú también puedes alcanzar tus sueños, cualesquiera que sean.
La niñez, una etapa llena de sueños y a veces decepciones.
Estuve de aniversario de bodas y busqué las fotos del matrimonio. Recordé muchos hermosos momentos vividos a los largo de todo este tiempo. Recordamos y celebramos con mi esposo toda la felicidad, las risas, el amor y disfrute de tantas noches y días compartidos.
Al revisar las fotos, me fui aún más hacia atrás en mi vida y llegaron recuerdos de momentos de niña. Yo era como «Susanita» ese personaje de Mafalda que lo que quería era una casa y una familia. Bien sea por todas las películas de historias de amor de Disney, porque ese era parte de mi propósito en esta existencia o para compensar las carencias que veía en mi familia, recuerdo que ese era mi norte.
Luego, a mis 11 años, mis padres se separaron y ocurrió el quiebre económico y emocional en mi familia. Recuerdo haber jurado que nunca dependería de ningún hombre, de ninguna manera. No quería experimentar nuevamente el dolor de la traición porque mi papi no sólo se alejó de mamá, sino de todos sus hijos.
Tu sueño, de cualquier naturaleza, puedes lograrlo.
Sé que somos seres poderosos, con la capacidad de lograr lo que anhela nuestro corazón. Ahora para lograr ese sueño, se requiere de esfuerzo, trabajo, compromiso y disciplina más que de la suerte y las circunstancias. Pero no todo el mundo lo ve así. Para muchas personas es más sencillo decir que no tienen suerte para lograr lo que desean. Muchos no saben del poder que tenemos para crear nuestra realidad.
En mi caso, en la medida que crecí en consciencia y aprendí del mundo de crecimiento personal sabía que no podría lograr ese sueño con todas las heridas que tenía en mi corazón, con la desconfianza que albergaba con respecto a los hombres. Y menos podría hacerlo con todos esos pensamientos que asumí de niña al ver la relación de mis padres donde se mezclaba el amor con conflictos e infidelidades.
Supe que debía hacer grandes cambios internos. Tenía claro mi sueño, sabía que podía lograrlo pero para eso debía limpiarme por dentro, adquirir nuevos pensamientos y sanar mis heridas. Así comenzó un camino maravilloso de descubrirme, de amarme, de sanar y crecer.
A continuación te cuento los principales pasos que di. De seguro te servirán de referencia, no sólo si tu deseo es tener una relación, sino para hacer realidad cualquier gran sueño que tengas.
Transformarte por dentro para lograr tu sueño.
Hay 3 cosas importantes que hice para cambiar por dentro y que fue lo que posteriormente me ayudó a atraer a este maravilloso hombre que tengo en mi vida y construir nuestra hermosa relación. Aquí te las dejo:
1.- Perdonar a los padres:
Nuestros padres son nuestra gran referencia de cómo es el amor, cómo son los hombres y las mujeres. Son nuestro universo de niños, nos hacen percibir que el mundo y las personas son como ellos sin darnos cuenta que hay muchas personas distintas. De adultos, cuando no les hemos perdonado, ocurren dos cosas: o nos comportamos como alguno de ellos, con esas actitudes que nos dañaron en el pasado y dañan cualquier relación o atraemos personas que se parecen a alguno de ellos y seguimos atrapados repitiendo las experiencias dolorosas que vivimos en nuestra infancia.
Créeme, el antídoto para eso es borrar la huella emocional, que ellos nos dejaron: perdonar. Si no lo hacemos, es como querer avanzar hacia ese sueño hermoso, con un lastre que es como una piedra gigante que llevamos a nuestra espalda y nos impide avanzar.
Aquí te dejo el link de un artículo para ayudarte a lograrlo:
https://www.tuestima.com/perdonar-cerrar-ciclos-crear-algo-mejor/
2.- Trabajar con tu autoestima:
El sentido de amor propio queda afectado por todas las experiencias que tuvimos en nuestra infancia. Pensamientos como no soy importante, no soy valiosa, no merezco amor, soy culpable, determinan la forma como nos relacionamos y a quienes atraemos.
Por ejemplo ¿Cuántas veces no has elegido a alguien por no estar sola(o)? ¿Cuántas veces has aceptado un trato que te daña, sólo por no perder la relación? Todo eso sigue debilitando tu autoestima y evita que hagas elecciones sanas para ti, basadas en tu amor propio.
Para mí este ha sido un recorrido maravilloso donde el Proyecto Internacional de Autoestima ha sido vital. Si quieres saber más de este modelo, te dejo un enlace, pero puedes buscar muchos artículos en mi página web carlaacebeydesanchez.com que hablan al respecto.
3.- Sana tus heridas:
Relaciones dolorosas pasadas, traiciones, infidelidades o desamor dejan huellas emocionales. Estas al no ser sanadas, nos hacen ver el mundo desde ese lugar. Por ejemplo: yo renuncié a ese juramento de no depender de ningún hombre, porque no podría construir una buena relación si siempre desconfiaba o tenía reservas.
Sanar las heridas es vivir en el presente, es elegir conscientemente lo que verdaderamente quieres y no lo que te es familiar. Puede ser un camino largo, pero valdrá, pues te llevará a tu sueño.
De veras creo que una vida maravillosa está dispuesta para nosotros, pero debemos que hacer la parte que nos corresponde para lograrlo. Vamos, que ¡tú si puedes!