La importancia de saber educarlos
En la actualidad expresan algunos estudios, que entre el 30% y 35% de las familias tienen un solo hijo, siendo las causas más comunes: la infertilidad, la ruptura de matrimonios y el gasto que supone la manutención de cada niño. Este porcentaje varía en atención al entorno cultural, social y político de cada país.
Debemos comenzar por indicar que algunos problemas que experimentan los niños como la dependencia, el consentimiento, la introspección o la sobreprotección, no están exclusivamente vinculados a los hijos únicos. Se debe en la mayoría de los casos, a la manera cómo los padres los educan.
Por el hecho de no tener hermanos, los hijos únicos suelen ser tildados de consentidos, egoístas, rebeldes y maleducados. Sin embargo, con el transcurrir del tiempo esta creencia ha cambiado y cada vez son más las razones que corroboran que ser hijo único no tiene por qué ser dañino para el niño.
Los hijos únicos demandan cuidados, pero no al grado de sobreprotegerlos u hostigarlos. Se trata de un ser autónomo e independiente, que debe contar con un espacio para definir y desarrollar su personalidad. Los padres deben apoyarlo para que desarrolle otras relaciones afectivas y aprenda a desenvolverse en sociedad.
Al no tener hermanos, el vínculo entre el hijo y los padres tiende a ser más fuerte y sólido que en las familias numerosas. Sin embargo está cercanía podría generar un mayor grado de exigencia, dado que los padres en algunos casos, suelen compararlos con ellos mismos, magnificando sus logros o criticando de manera excesiva sus comportamientos negativos.
Es de suma importancia tener en cuenta, que su buen desarrollo y comportamiento depende en gran medida de la educación impartida por sus padres o representantes, quienes deben proporcionarle la atención adecuada que le genere seguridad, estabilidad y confianza en sí mismo, sin caer en excesos. Tener mayor tiempo y recursos para dedicarle al niño, puede generar en los padres una exagerada actitud de protección ante eventuales peligros, lo cual podría ocasionar que el niño se aísle de su entorno y se desarrolle dentro de un mundo absolutamente protegido, lleno de comodidades.
Como adultos los hijos únicos tienden a:
Los varones al crecer y formar su propia familia, suelen tener un mayor nivel educativo, lo que favorece un mejor estatus laboral. Las niñas, presentan mayor tendencia a trabajar y ser independientes, planean más cuidadosamente y mejor la forma en que desean una familia.
Los pros y contras generales de ser hijo único
Pros:
- Suelen tener mejores resultados académicos.
- Gozan de una buena autoestima.
- Son más ordenados, generosos y creativos.
- Su desarrollo intelectual y emocional suele ser más rápido.
- Desarrollan más seguridad en sí mismos.
- Presentan mayor estabilidad emocional.
Contras:
- Son más egocéntricos.
- Suelen ser excesivamente maduros para su edad.
- Si se les sobreprotege, se vuelven retraídos y tímidos.
- No se integran con facilidad a grandes grupos de niños.
- Son excesivamente sensibles.
Es muy importante que los padres enseñen a su hijo a compartir con otros niños de su edad. Una excelente idea es invitar a otros niños a la casa o llevarlos a un parque, o cualquier otra actividad que les agrade. Adicionalmente, es innegable el papel que juega la guardería o escuela para su integración al mundo social.
Si tienes un hijo único, recuerda no sobreprotegerlo y refuerza su desenvolvimiento social.