La noche es el período más largo de ayuno y, aunque no tiene gran actividad física, sus órganos (corazón, pulmones etc.) siguen funcionando teniendo un gran consumo de energía y nutrimentos. En la mañana es necesario “recargar” al organismo para que realice las actividades correspondientes. Además, no solamente es importante que los niños desayunen, sino que lo hagan de manera nutritiva y en un momento agradable.
Existen estudios que demuestran que los niños que no desayunan tienen menor capacidad de aprendizaje. Son niños a quienes les cuesta más trabajo memorizar y esta carencia también afecta su comportamiento: generalmente son muy inquietos o demasiado tranquilos. También son más susceptibles a la fatiga y las infecciones.
Está comprobado que el desayuno es la comida más importante del día. Desayunar ayuda a mantener la salud física y mental de toda la familia. De hecho, contribuye a conservar el peso, reduce el estrés y proporciona los nutrientes necesarios para mejorar el rendimiento en la escuela, universidad y el trabajo.
Un desayuno completo debe incluir un alimento de cada uno de los siguientes grupos:
- Un cereal: puede ser pan, tortilla, avena o cereal de desayuno (evitar los cereales de caja azucarados).
- Algún alimento rico en proteína como huevo, jamón, leche, queso, yogurt y salchicha, pollo o pescado entre otros.
- Una fruta.
Beneficios del desayuno para tus niños
- Las niñas y niños que desayunan están mejor alimentados y nutridos que aquellos que omiten esta comida.
- Tienen un mejor comportamiento y desempeño mental.
- Están más atentos, alertas y participativos e inclusive, cometen menos faltas y tienen un mayor desempeño en la lectura, las matemencia verbal. Esto refiere un mayor desempeño académico.áticas, el vocabulario, la memoria, la discriminación visual y la aflu
- Previene la fatiga, la somnolencia y el dolor de cabeza. Además, disminuye la depresión e hiperactividad.
- Favorece el crecimiento y desarrollo de las niñas y niños.
- Es una excelente oportunidad para desarrollar buenos hábitos alimentarios que perduren a lo largo de la vida.