El catedrático de Ciencias de la Conducta de la Universidad de Oviedo en España, José Antonio Flores, asegura que la autoestima “es una auténtica vitamina psicológica consistente en valorarse a uno mismo de forma positiva”. La autoestima es la auténtica medicina antiaging. Asimismo, concluye que, de manera inversa, una baja autoestima es un caldo de cultivo para que se potencie el envejecimiento patológico; incluso, el catedrático insinúa que la autoestima debería utilizarse como medicamento ante la aparición de ciertas enfermedades.
Definitivamente gozar de una sana autoestima, es determinante en nuestra calidad de vida, ya que afecta sin excepción, todas nuestras relaciones, empezando por la más importante… la que tenemos con nosotros mismos.
La autoestima se construye desde la infancia y se consolida en gran medida durante la adolescencia. Sin embargo, nunca es tarde para trabajar en ella, y mejorar nuestra calidad de vida. En efecto, sus niveles fluctúan en la vida adulta. La autoestima es la percepción evaluativa de nosotros mismos, para la psicología se trata de la opinión emocional, que las personas tienen de sí mismas.
El amor propio es definido como la consideración y estima que una persona siente por ella misma, y por la cual espera ser considerado y estimado por los demás. Dos caras de la misma moneda.
Amarnos a nosotros mismos es un ejercicio de aceptación, y de comprensión de nuestros temores, de nuestras dudas y fracasos. Es mirarnos interiormente con ojos amables, sin enjuiciarnos. No hay otra manera de cuidarse y reconocerse como un ser digno de merecimiento, y esto es un pilar fundamental en nuestro equilibrio emocional.
Una sana autoestima constituye el motor que nos impulsa a conseguir nuestras metas. Nos aporta seguridad, confianza, identidad, valor, y competencia personal para afrontar los problemas que forman parte del diario vivir. Es una decisión personal y comporta un estado mental constructivo. No debemos olvidar que todo poder proviene del interior, y por lo tanto habita dentro de nosotros. Lo que atraes es similar a lo que eres, en todos los aspectos de tu vida.
Veamos ahora los 8 pilares que sustentan la Autoestima:
Autoconocimiento: Descubrirnos.
Autoaceptación: Aceptarnos como somos.
Autorespeto: Respetarnos.
Autocuidado: Integrar a nuestro estilo de vida hábitos atinentes al cuidado de la salud física, mental y espiritual.
Autoresponsabilidad: Responsabilizarnos de nuestras decisiones, actos, metas, proyectos, sueños y felicidad.
Autopropósito: Conectarnos con un propósito o razón de vida.
Autointegridad: Ser coherentes. Nuestras palabras y nuestros actos deben ir en el mismo sentido.
Automerecimiento: Certeza interior de que merecemos vivir experiencias maravillosas y acceder a todo lo que el universo tiene para dar.
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