La creatividad es un concepto que alude a uno de los procesos cognitivos más sofisticado del ser humano, todo apunta a que se encuentra influida por una amplia gama de experiencias evolutivas, sociales y educativas; y su manifestación es diversa, en un sin número de campos.
Se ha definido de diferentes formas, siendo las constantes en todas ellas: la novedad y la contribución ó aporte. Todos somos creativos en mayor o en menor medida y lo que es más alentador aún, todos podemos desarrollarla.
La creatividad se la define como sinónimo de originalidad, inventiva, descubrimiento. Innovación, fluidez de pensamiento, espíritu emprendedor, pensamiento creativo, etc. Etimológicamente creatividad significa: crear de la nada.
Las características que suelen tener en común las personas creativas, son:
Confianza en sí mismo para enfrentarse a lo establecido y/o a lo imposible. Se sienten queridos y confían en su fuerza interior.
Flexibilidad: son capaces de adoptar diversas perspectivas y maneras de hacer.
Curiosidad intelectual: se preguntan el por qué de las cosas, tienen ansias de adquirir nuevos conocimientos teóricos y prácticos.
Imaginación: elaboran mentalmente nuevas ideas.
Capacidad crítica: valoran la validez de sus conclusiones y creaciones.
Capacidad Intuitiva: son capaces de comprender espontáneamente la situación, el problema, sin necesidad de dedicarle tiempo a razonar sobre ello.
Entusiasmo: experimentan una gran pasión por aquello en lo que se ocupan.
Alta capacidad de asociación: establecen asociaciones entre diferentes teorías y áreas del conocimiento.
Finura de Percepción: captan todos los detalles, incluso los más pequeños y aquellos que pasan desapercibidos.
Profundidad: llegan a analizar completamente la realidad, desde el mayor rigor.
Soltura y libertad: no se sienten coaccionados por los convencionalismos.
Constancia y perseverancia: son persistentes en el problema, hasta que hayan la solución.
Originalidad: tienen respuestas novedosas y únicas.
La autovaloración, la confianza y el respeto por sí mismo, como elementos determinante de una sana autoestima, son condiciones de base para estimular la creatividad y participar con éxito en equipos de trabajo, proyectos, emprendimientos económicos, sociales, culturales y comunitarios; y por supuesto para manejar nuestra vida con creatividad.
Por otra parte, resulta importante mencionar, que es criterio sostenido de manera amplia, en la psicología infantil, la vinculación entre la autoestima y la creatividad en los niños. Expresando que los niños más creativos son aquellos que tienen altos niveles de autoconfianza y madurez emocional, factores que le permiten potenciar de una manera libre su creatividad y que le facilitan la realización de proyectos. El concepto que el niño tenga de sí mismo influirá en todas las decisiones de su vida.
Un niño con poca autoestima, perderá pronto el interés, repercutiendo de manera negativa en sus notas y ello le conducirá a sentirse cada vez peor y se incrementará su percepción de sentirse “inferior”. Los niños llevan al salón de clases, sus sentimientos y emociones; por ello es necesario tomar consciencia del papel que la autoestima desempeña en sus vidas.
La educación que impartan los padres, es determinante en el desarrollo de una autoestima sana en sus hijos, deben potenciar la confianza en ellos mismos, para que puedan desarrollar con éxito sus proyectos.