Hay pocas circunstancias dolorosas que superan el dolor de decir o escuchar las palabras “Quiero el Divorcio”. Sin importar hace cuánto temes o deseas que ese matrimonio termine, sin importar si estabas preparado o si te tomó de sorpresa, la sensación de pérdida y el dolor seguirán siendo profundos. El duelo es inevitable.
Ajustarse a ser soltero nuevamente lleva su tiempo, ya que no es fácil deshacerse del hábito de “ser casado”, sobretodo si ese matrimonio existió por muchos años. Antes de siquiera pensar en salir con otras personas, lo ideal es tomarnos el tiempo en redescubrirnos.
Piensa en este momento de tu vida como una aventura de autoconocimiento y un camino hacia tu felicidad. Dile a tu verdadero yo que se levante y se haga notar. ¡Piensa en lo maravilloso que eres! A veces nos cuesta hacer esto, pero hay virtudes en todos los seres humanos, nadie piensa lo contrario, y tú no eres la excepción.
Si esto te resulta difícil, escríbelo en papel. ¿Cuáles son tus cualidades? ¿Qué cosas te salen espléndidamente bien? ¡Hazlas!, exagera con ellas, disfrútalas más tiempo de lo normal. Si eres buen cocinero, cocina, haz un curso para mejorar o para aprender comida étnica, por ejemplo. Si tienes un negocio, aprende diseño web y publica tus servicios en la web. Si estas agotada de trabajar, planea tus próximas vacaciones, ¡comienza a ahorrar!
Aunque te cueste, relaciónate con otras personas, viejas amistades que hayas dejado de frecuentar, amistades en común que piensas que te juzgarán. Créeme, ¡no lo harán! Ellos lamentan tanto como tú que ese matrimonio haya terminado. No hay buenos ni malos, todos ellos hubieran preferido que las cosas entre Uds. mejoraran.
Descubre tu pasión. A veces, entre los hijos, la pareja y el trabajo diario, nos olvidamos de hacer cosas que nos hacen bien, que nos dan paz. Trata de volver al pasado, antes de conocer a tu ex, ¿qué cosas te daban placer? ¿Qué cosas te hacían reir? ¿juntarte con amigos te hacía reir? ¿hacer algún deporte? ¿bailar? ¿pintar? ¿leer? No importa cual sea la respuesta, oblígate a tomarte un par de horas un sólo día, para probar hacer eso que antes te daba felicidad. Aunque sientas que no va a ser lo mismo, o que eso dejó de gustarte.
Sólo prueba, intenta a ver qué pasa. Piensa en ti como si fueras tú un amigo tuyo, y te quisieses hacer ver que la vida vale la pena. Déjame decirte, tú puedes ser tu mejor amigo. Descubre tu pasión y redescubre tu felicidad. Te aseguro que tu nivel de energía aumentará, verás qué bien te hace sonreir, es más, probablemente descubras que hace mucho tiempo que no te ríes a carcajadas. Inténtalo, y luego me cuentas cómo te ha ido, en la sección de comentarios debajo de este artículo. ¡Esperaré noticias tuyas!