La infidelidad y sus variados matices. Hay personas que al tocar el tema de la infidelidad de inmediato expresan que no la aceptarían y en consecuencia, no la perdonarían. Otras consideran que jamás su pareja les va a ser infiel y por último, nos encontramos con un pequeño grupo que señala que perdonaría la infidelidad, dependiendo del contexto en que ocurra.
Cuando una relación de pareja comienza, los integrantes de la misma se prometen amor eterno, pero a medida que transcurre el tiempo, estas palabras, que se expresaron de manera sincera, encuentran en la convivencia diaria, retos que las hacen tambalear, como la infidelidad. Algunas parejas logran superar estos escollos y se fortalecen, pero la mayoría no lo consigue.
La infidelidad es una de las principales causas de ruptura de la relación de pareja y por lo general se origina en la insatisfacción de una de las partes con el tipo de relación que lleva. La parte descontenta busca atención, afecto, apoyo, solidaridad, comprensión o sexo fuera de la relación de pareja.
Cuando la pareja descubre la infidelidad, luego de sobreponerse a la ira, rabia y dolor inicial, se abre a un abanico de interrogantes, entre ellas, surgen las siguientes: ¿Es conveniente luchar por la relación o es mejor ponerle punto final? ¿Es posible olvidar una infidelidad y volver a confiar en el otro o será una herida que se llevará por siempre y se abrirá ante el más mínimo conflicto? ¿Volverá a ser infiel?. Estas preguntas se realizan dentro del marco de las condiciones particulares de cada relación; como son: el número y las edades de los hijos, si los tienen; los años de matrimonio o de convivencia y, la situación económica de la pareja, entre otros aspectos.
Las consecuencias de una infidelidad van más allá del dolor, ya que la confianza se resquebraja, el desencanto, la desilusión y la tristeza se apodera de la persona ofendida, además de afectar en gran medida su autoestima. La traición cambia la forma de percibir al otro y a la relación.
Aspectos a considerar a los efectos de perdonar o no una infidelidad:
- El tipo de infidelidad, en cuanto a su duración: ¿Fue algo pasajero o una relación duradera a lo largo del tiempo?.
- El origen o causas que motivaron la infidelidad: ¿Qué carencias experimentaba tu pareja en la relación? ¿Existe la posibilidad real de satisfacer esas necesidades?.
- La clase de infidelidad: A veces es difícil desligar lo emocional de lo sexual, pero hay personas que afirman que una infidelidad estrictamente sexual no es tan dolorosa como aquella en la que hay cierta implicación emocional.
La profundidad de tus heridas. ¿Crees que podrían cicatrizar por completo y continuar amando a tu pareja, sin regaños, reclamos o sermones?
- La recuperación de la confianza: ¿Podrás volver a confiar en tu pareja o crees que asumirás una actitud celosa y posesiva?.
- Tus sentimientos hacia la pareja infiel: ¿Amas lo suficiente a tu pareja como para perdonar su infidelidad, y seguir amándola? ¿Sus cualidades positivas y las experiencias que han vivido juntos pesan más que una infidelidad?
A juicio de algunos especialistas en la materia, cuya opinión comparto, el elemento fundamental a los fines de que realmente, pueda resultar exitosa una reconciliación, radica en que la pareja, “infiel”, realice de manera efectiva, un trabajo interno, lo cual requiere de “tempo”, que es el viaje de la mente al corazón, en el cual la persona realmente este consciente del error cometido y asuma la responsabilidad de lo sucedido, internalizando todo lo que ha puesto en juego, “la relación”. Requiere un proceso de transformación interior.
Si la persona simplemente regresa, siendo la misma, sin haber realizado el trabajo interno, muy probablemente, la situación se repetirá. Asimismo, la pareja objeto de la infidelidad también tendrá que realizar un trabajo interior, para que ambos desde una nueva perspectiva inicien una nueva relación.
No es tarea fácil, pero hay parejas que lo han logrado. Aseveran los especialistas.