Creo que cuando damos Gracias, estamos afirmando que somos seres completos, que todo nos es dado, y lo merecemos por el sólo hecho de estar vivos.
Agradecer es una de las intenciones creativas más poderosas. Por eso agradezcamos todo. Todo, todo. Tan simple como eso, y la vida no dejará de asombrarnos. ¡Atraerás más y más lo que deseas!
Este ejercicio se llama La Lista Dorada:
Haz una lista con diez cosas de la vida por las cuales sientes sinceramente la necesidad de dar gracias, si la puedes escribir a mano, mucho mejor. Comienza con lo más cercano, como salud, familia, pareja, amigos, casa, o lo que quieras. Si estás listo para agradecer por algo más universal, también agrégalo.
Luego cierra los ojos, y observa tu respiración. Repasa de a una las cosas de la lista en tu mente, y da gracias por cada una. No importa si piensas en Dios o no, sólo se trata de decir «Gracias». Gracias a la vida, gracias al universo y si eres creyente gracias a DIOS.
Hazlo a diario, para que interiorices esa sensación real y sincera de agradecimiento.
Lleva la atención al centro de tu pecho a la altura del corazón. Busca en ti, el sentimiento de gratitud. Notarás que es una sensación interior de plenitud, nada falta. La vida te está ofreciendo todo en este instante, no en el futuro, ahora. Sólo ábrete a recibir.
Adicionalmente, puedes cada vez que lo recuerdes decir en voz alta o en tu interior, ¡gracias, gracias, gracias!
Acepta tu real abundancia.
Lo que de verdad buscas, lo que de verdad te pertenece, no se pierde, ni se quita, llega a ti; puede que no recordaras que está ahí, quizá lo habías olvidado, pero jamás te dejó. Siempre vive en el corazón.
¡¡¡Gracias!!!