La meditacion como herramienta para mejorar tu autoestima es vital e imprescindible. La autoestima como lo indica la palabra, es esa estima que sentimos por nosotros mismos, lo que implica ser conscientes de cuáles son nuestros pensamientos, creencias y actitudes, ya que las mismas determinan nuestro desenvolvimiento en la vida cotidiana. Ahora bien, cuando la percepción de nosotros mismos esta distorsionada, nos sentimos mal con lo que creemos que somos y se altera de manera considerable nuestra calidad de vida, ya que nos sentimos insatisfechos y poco aptos para enfrentarla.
Para las antiguas tradiciones espirituales, la razón del sufrimiento humano, radica en nuestra propia mente indisciplinada, ya que el dolor es inherente a la vida, pero el sufrimiento es nuestra responsabilidad y por ello es opcional. El problema es que la mayoría de nosotros nos identificamos con los pensamientos que surgen en nuestras cabezas y desconocemos el poder de ellos, sin darnos cuenta que ellos determinan nuestras emociones y actitudes.
Algunas ideas sobre la meditación:
La meditación es un método creado por antiguos sabios de la India, como instrumento para entender que es la mente y aprender a liberarla de tendencias negativas. El secreto de una vida feliz, es cultivar una mente feliz y esto requiere disciplina
Es la práctica de aquietar la mente a través del acto de des-identificarnos del constante flujo de pensamientos que surgen en la misma y así descubrir nuestra esencia.
Permite aprender a vivir conscientemente. Vivir el presente. Su práctica cotidiana permite sentir nuestro cuerpo y conectarnos con nuestro interior y con el entorno en tiempo presente.
Ejercicio de meditación para aumentar tu autoestima
- Siéntate en el suelo preferiblemente sobre una pequeña alfombra o cojín y si alguna razón te lo impide, siéntate en una silla. Lo importante es que en ambos casos te mantengas con la columna erguida.
- El Cóccix debe estar relajado hacia abajo. Las rodillas deben quedar más abajo del hueso ilíaco. Los hombros hacia arriba y hacia atrás para que los omoplatos se acerquen y el pecho se abra. Las manos descansan sobre los muslos con el dedo índice y el pulgar tocándose, y los codos descansan sobre los hombros. Los ojos cerrados. Si deseas, te puedes colocar con la espalda a la pared y un cojín en la zona lumbar para ayudar a mantener la columna erguida.(ver ilustraciones).
- Prende el despertador, para que te avise a los 15 minutos.
- Toma consciencia de tu respiración y realiza tres respiraciones profundas,
- Dirige tu atención a tu cuerpo, siéntelo desde adentro. Lleva tu mente a sentir cada una de las partes de tu cuerpo. No trates de forzar o buscar sentir algo en particular, simplemente dirige tu atención a esa zona del cuerpo y lo que sea que surja es lo que debes de sentir, comenzando con los pies hasta la parte superior del cuerpo lentamente. Siéntelo.
- Luego de haber realizado este proceso, deja que el enfoque sea sentir tu cuerpo en su totalidad y enfócate en tu respiración, sólo respira a tu ritmo natural y hazte consciente de tu respiración, de la inhalación y de la exhalación con la boca cerrada.
- Notaras que pasaran por tu mente miles de pensamientos sobre tus actividades cotidianas ó sobre cómo te sientes acerca de un acontecimiento ó situación que te aqueja, lo importante es que los dejes pasar y no te enganches en ninguno de ellos.
- Al terminar pregúntate, ¿Cómo te sentiste?, ¿Cuáles son tus pensamientos recurrentes?, ¿Cómo estaba tu mente el día de hoy?
A medida que realices este ejercicio al incluirlo en tu rutina diaria, quedaras sorprendido de los descubrimientos que haces sobre ti mismo. Tendrás una mayor percepción de tu cuerpo y de tu mente, lo que te permitirá un mayor conocimiento de ti mismo y sobre este pilar podrás edificar una autoestima más sólida y sana.