“Si quieres que tu hijo tenga una vida plena y exitosa, el mejor camino es la educación espiritual. Los niños aprenden el valor de su propio mundo interior, y a medida que transcurren los años, este valor aumenta hasta que se dan cuenta de que toda la existencia se origina “aquí adentro”, en el ámbito del alma”. Deepak Chopra.
Al convertirse en padres, muchas personas se preguntan cómo impartir a sus hijos valores espirituales. El modelo tradicional de enviarlos al catecismo dominical es una alternativa. Pero a medida que más personas abandonan la religión organizada para labrarse su propio camino, muchos progenitores eligen involucrar a toda la familia en su espiritualidad personal. Los niños crecen para reflejar cómo fueron educados, razón por la cual éste es un tema importante.
Para comenzar, la vida espiritual de un niño debe ser acorde con su edad. El cerebro de un niño muy pequeño no ha madurado lo suficiente para absorber las creencias de los adultos y el desarrollo general de cada niño es único. Me parece que, alrededor de los diez años, la educación espiritual tendrá un efecto más duradero si se cimienta en el yo en lugar de centrarse en principios.
Para fines prácticos, cada niño debe sentir que:
- Es querido y merece ser amado.
- Es valioso para sus padres.
- Ser una buena persona viene desde el interior.
- La felicidad y la plenitud son naturales.
En esta etapa, el cuidador adquiere suma importancia. Los niños pequeños tienen sus propias predisposiciones que se dejan ver en etapas tempranas. No obstante, sin importar cuán diferentes son, los niños necesitan sentirse valiosos y amados.
La siguiente fase de la educación espiritual tiene que ver con los valores. Los niños internalizan lo que ven y cómo se les trata. Decir “sé bueno con tu hermano menor” causa una buena impresión la primera vez y va perdiendo significado a medida que se repite. Pero ver que los padres son justos y amables entrena al cerebro del niño a ser de la misma manera.
Los valores para toda la vida no se inculcan mediante lecciones negativas ni castigos. Lo que un niño se lleva de estas experiencias es culpa, vergüenza, y resentimiento. Lo mismo ocurre si los padres infunden miedo y duda al decirle a sus hijos: “la vida es injusta”, “si no estás atento al número uno, nadie más lo hará” y “si quieres algo en este mundo, tienes que luchar para obtenerlo”. Recuerda, lo que recordamos con mayor claridad de nuestra infancia es el tono emocional de la vida familiar.
La meditación puede ayudar a que los niños perciban su valor propio e incluso su fuerza, debido a que es una actividad que únicamente les pertenece a ellos. Se ha demostrado que enseñar meditación en las escuelas hace que haya un mejor comportamiento al crecer (secundaria y grados superiores).
En mi opinión, la meditación es benéfica en niños más pequeños cuando cumple los siguientes criterios:
- Es divertida.
- El niño expresa disfrute.
- Nada se fuerza ni se convierte en una tarea.
- Toda la familia participa.
Si se empieza a la edad de seis o siete años, cada padre sabrá cuándo es el momento adecuado, los padres pueden sentarse a meditar con sus hijos con ayuda de una sencilla técnica: se sientan en silencio con los ojos cerrados y observan su respiración. No le pidas al niño meditar más de 5 a 10 minutos. Los niños deben saber que si dejan de disfrutarlo, están en libertad de levantarse e irse a jugar. Pero los padres deben continuar meditando por el tiempo habitual.
Al invitarlos y además dejarlos en libertad de elegir, los niños asociarán la meditación con algo que pueden controlar. La peor lección es que sientan que la meditación es una forma de controlarlos u obligarlos a calmarse y “portarse bien”.
Nuestra vida interior es privada, sin importar nuestra edad. Percatarse de los cambios internos tal vez no sea algo que ocurra de manera consistente sino hasta después de los 12 años y la atracción de cambios más importantes tal vez no ocurra sino hasta mediados o finales de la adolescencia, una época en la que descubrimos por nosotros mismos quiénes somos.
Me permití compartir casi la totalidad del artículo escrito por el doctor Deepak Chopra, reconocido “pionero mundial de la medicina integrativa y la transformación mundial y personal” por considerarlo excelente y de gran utilidad para toda la comunidad TuEstima.
FUENTE: http://www.choprameditation.com